Foto: FM La Tribu
El movimiento argentino Cultura Viva Comunitaria, la Central de Trabajadores Autónoma de la Ciudad de Buenos Aires y la Unión de Trabajadores de Economía Popular convocan a participar en Buenos Aires de «Carroza de las Culturas», actividad de arte itinerante y popular en apoyo al colectivo Unidxs por la Cultura, que el miércoles y jueves próximo dará una Marcha Nacional para exigir la sanción de la ley que garantiza los fondos específicos para la industria cultural, las bibliotecas populares y la comunicación comunitaria.
«No se puede permitir la incertidumbre y la angustia permanente en el horizonte de millones de trabajadoras y trabajadores de la cultura que mantienen la esperanza, la formación y la producción artística comunitaria en los territorios», expresa en un comunicado la asociación Cultura Viva.
«Queremos también exigir que los recursos para la Cultura lleguen al 1 por ciento del Presupuesto Nacional recomendado por la Unesco y que el 0,1 por ciento sea destinado a las experiencias de ‘Cultura Viva Comunitaria’ en los barrios y parajes de todo el país», agrega el texto.
Este miércoles Cultura Viva Comunitaria presentará en la Plaza de los Dos Congresos un stand informativo y actividades culturales para todas las edades a partir de las 15.
El jueves 27 de octubre Carroza de las Culturas marchará a las 15.30 desde Entre Ríos y Belgrano hasta la Plaza de los Dos Congresos, con un espectáculo itinerante y comunitario de murgas, comparsas, teatro, circo social y música en vivo.
La Ley 27.432, aprobada en diciembre 2017 dentro de un paquete de leyes de ajuste impulsado por el Gobierno de Mauricio Macri, fijó el 31 de diciembre de 2022 como fecha de caducidad para estos recursos que se destinan al cine, teatro, música independiente, a las bibliotecas populares y a las radios y televisoras comunitarias.
El proyecto presentado por el legislador cordobés Pablo Carro, que ya cuenta con la media sanción de Diputados, propone extender por 50 años, hasta el 2072, la asignación de estos recursos, que son un porcentaje de impuestos que estos mismos sectores de la industria cultural paga regularmente.
