¿Qué relación que existe entre los felinos domésticos y la posibilidad de desarrollar una enfermedad mental? Según estudios científicos los gatos no son los responsables pero si puede aumentar el riesgo el Toxoplasma gondii.

El Toxoplasma gondii (T. gondii) vive como parásito en el interior de algunos animales como los gatos y causa la enfermedad llamada toxoplasmosis, que constituye una de las principales zoonosis (enfermedades transmitidas entre animales y seres humanos) del mundo.

Los gatos se contagian al ingerir roedores, aves u otros animales y con sus excrementos contagian a otros animales como cerdos, ovejas o humanos.

En personas sanas la toxoplasmosis, es en la mayoría de los casos, es asintomática o causa una enfermedad parecida a la gripe, pero en personas inmunodeprimidas puede ser peligrosa, o incluso fatal. En el caso de las embarazadas, el T. gondii traspasa la placenta y ocasiona graves daños al feto en su formación. Por esta razón las mujeres gestantes no inmunizadas deben evitar comer carne cruda o estar en contacto con los excrementos de gato.

Además, la comunidad científica ha barajado la hipótesis de que el T. gondii desempeñe un papel en la enfermedad mental, incluida la esquizofrenia. Pero aunque se han realizado más de 100 estudios no se ha encontrado una correlación evidente, ninguno ha demostrado que el parásito en realidad cause una enfermedad mental.

Se calcula que el T. gondii infecta aproximadamente al 30% de la población de gatos. Solo alrededor del 11% de las personas se llegan a infectar con T. gondii (datos de Estados Unidos), aunque las tasas son mucho más altas en las regiones donde las personas comen carne cruda o con saneamiento deficiente. Las tasas de infección superan el 90% en algunas partes de Europa y América del Sur.

La relación de T. Gondii y enfermedades mentales

Aunque después de más de 100 estudios no se ha encontrado una relación causa-efecto probada, sí existe una evidencia que nace de los roedores. Estos animales desarrollan comportamientos anómalos cuando se infectan con T. Gondii: pierden el miedo al olor de la orina de gato, llegando incluso a caminar directamente hacia los felinos que los esperan para cazarlos.

Los científicos creen que T. Gondii altera la función cerebral al invadir con sus quistes las neuronas en regiones cerebrales que procesan el miedo y la toma de decisiones; además, ocasionan un incremento en los niveles de dopamina, un neurotransmisor implicado en conductas temerarias y en la recompensa.

Estos quistes son benignos en personas sanas, pero un creciente número de datos sugiere que la infección por puede alterar la personalidad y aumentar la posibilidad de desarrollar esquizofrenia y otras patologías mentales.

Aunque el parásito no llegue a infectar el cerebro, una infección crónica por T. Gondii puede aumentar la inflamación, que se ha relacionado con trastornos mentales como la esquizofrenia, el autismo y la enfermedad de Alzheimer.

En las patologías que cursan con inmunodepresión- como el VIH- los quistes causan una encefalitis mortal, demencia y psicosis.

Una hipótesis difícil de probar

Aunque la hipótesis de cómo la toxoplasmosis podría causar una enfermedad mental es “muy convincente”, es extremadamente difícil evaluarla en una población humana, dice Karen Sugden, genetista de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte.

En un estudio de 2016, Sugden descubrió que 200 neozelandeses infectados con T. gondii no tenían probabilidades significativamente más altas de padecer esquizofrenia o cualquier otro trastorno mental. Pero ella dice que el estudio no prueba que el parásito no tenga ningún vínculo con la enfermedad mental. La esquizofrenia por lo general no aparece hasta finales de la adolescencia o a los 20 años.

El estudio de Sugden, al igual que la mayoría de estudios llevados a cabo, solo se prueba el parásito en personas adultas, demasiado tarde para saber si llegó antes la infección o la esquizofrenia.

Además, los estudios como este solo cuentan con una muestra pequeña de población y, si se tiene en cuenta que la esquizofrenia es una enfermedad rara que afecta el 1% de la población, lograr resultados estadísticos sólidos es imposible.