Sharon Fish, una mujer australiana, se vio en la necesidad de morder a un agresivo perro mientras éste atacaba a sus pequeños canes Snuggles y Kayla.

Todo empezó cuando Sharon caminaba junto a sus dos perros por la reserva de Seabrook en Broadmeadows (Australia), cuando apareció un Sttafordshire Terrier con su dueño, pero sin correa, que los atacó. El dueño del perro se escapó dejando que el animal lastima a los otros dos perritos. Fue allí cuando la mujer tomó la decisión de actuar mordiendo al can agresor.

«Fue el peor ataque que he visto o en el que estuvo involucrada, pero mi prioridad era no dejar que mis perros murieran», comentó Sharon.

La mujer sufrió la rotura de un dedo a raíz del ataque y su valiente actitud. Es por esto que no ha podido volver a trabajar desde el incidente -se desempeña como peluquera canina-. Por tal motivo, se encuentra organizando una venta de garage para poder juntar dinero mientras se encuentra alejada de su actividad laboral.

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