La empresa tecnológica Neuralink, especializada en el desarrollo de interfaces cerebro-computadora, ha admitido que sacrificó a ocho animales que utilizaba para experimentos científicos, según un comunicado publicado este lunes en su página web.

El Comité de Médicos por una Medicina Responsable presentó la semana pasada una queja ante el Departamento de Agricultura de EE.UU., en la que acusa a la Universidad de California en Davis (UCD) —financiada por Neuralink— de «extirpar parte del cráneo» a la mayoría de los 23 primates que participaron en pruebas realizadas en 2017 y 2020 a fin de «implantarles electrodos en el cerebro» en el marco del desarrollo de la interfaz cerebro-máquina de la empresa fundada por Elon Musk en 2016.

Según los médicos que demandan, tanto Neuralink como el personal del centro educativo violaron la Ley Federal de Bienestar Animal al no velar por la salud física y psicológica de los animales, ya que —aseguran— fueron sometidos a un «sufrimiento extremo».

Además, indica que se «les mutiló el cerebro en experimentos de mala calidad y se les dejó sufrir y morir», añadiendo que padecían «traumas faciales» y convulsiones a causa de los microchips inalámbricos. La demanda detalla que al menos 15 de ellos fueron sacrificados a raíz de este deterioro.