La cantidad de peces muertos en el río Salado, sorprende. Hay miles de sábalos, dorados, moncholos y tarariras, entre otras especies, que flotan sobre el río a la altura de la autopista Santa Fe – Rosario y también se pueden observar desde el Puente Carretero y la costanera de Santo Tomé.

Los puntos en los que se acumulan más peces muertos son la autopista y el sector de la cuenca que pasa por los barrios del norte de Santa Fe, pero a medida que pasan las horas van bajando hacia la desembocadura en el río Coronda.

Los especialistas advierten que hay varias causas que pueden explicar esta gran mortandad: en primer lugar, la bajante, la falta de oxígeno en el agua y algunas toxinas que pueden producirse en este escenario climático.

Pero es importante realizar análisis en el agua para saber si no hay algún producto o efluente tóxico que generó esta situación y que tuvo un impacto mayor por el escenario de bajante.

Fuente: Aire de Santa Fe