La organización veterinaria sin fines de lucro más importante de Gran Bretaña PDSA emitió una importante advertencia: los perros ya no deben comer más huesos.

En su comunicado, explicaron que tanto veterinarios como enfermeras ven permanentemente docenas de perros con problemas en el tracto digestivo y bloqueos causados por astillas de huesos o incluso trozos grandes.

El consejo parece ir en contra de la creencia de muchos dueños de mascotas, que piensan que sus animales se benefician masticando huesos crudos o cocidos como una manera de absorber el calcio y otros nutrientes, además de que así limpian sus dientes.

Sin embargo, los hechos indicarían lo contrario. Rebecca Ashman, veterinaria de PDSA, dijo: «No recomendamos los huesos como golosinas porque lamentablemente nuestros veterinarios y enfermeros ven regularmente perros con lesiones y obstrucciones causadas por astillas».

«En esos casos, es necesario realizar una cirugía para eliminar cualquier bloqueo y, a veces, el daño es tan grave que puede ser fatal. Lo mismo pasa con los pedazos grande de cuero crudo que puede atorarse y causar serios problemas», agregó.

Las últimas cifras de la PDSA mostraron que el año pasado sus hospitales trataron 59 perros que se tragaron los huesos, aunque no hay cifras de lesiones o muertes disponibles.

La advertencia fue tal que hizo eco en la Asociación Británica de Veterinarios. Su vicepresidente, Gudrun Ravetz, dijo a The Telegraph: «Los huesos cocidos son peligrosos para los gatos y los perros y los veterinarios rutinariamente ver animales heridos. Pedimos a los propietarios que no alimentar a sus mascotas con huesos cocidos, y tampoco con sobrantes de su propia comida para evitar accidentes».

«Es lo mismo para los huesos crudos. No los aconsejamos en perros ni gatos«, cerró.