La falta de alimento fue la principal causa que afectó a la fauna marina rescatada por la Fundación Mundo Marino en la costa bonaerense, según un relevamiento realizado por esa organización con sede en la localidad de San Clemente del Tuyú.

“La falta de alimento ocupa, como en años anteriores, el primer lugar, representando 51,6% de los casos, afección que se vio presente sobre todo en los pinnípedos, puntualmente en los lobos marinos de Uno y Dos Pelos”, indicó un informe de la Fundación.

El mismo cuadro de situación se dio con los pingüinos magallánicos, ya que de 64 asistidos, 35 presentaron cuadros de desnutrición y deshidratación, señaló.

“En ambos casos, son especies marinas que metabolizan el agua a través del alimento sólido que ingieren, por lo que frente a la falta de alimento sobreviene un cuadro de desnutrición y de deshidratación seguido de hipotermia que, en algunos casos, lamentablemente lleva a la muerte del animal”, explicó Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y responsable del Centro de Rescate y Rehabilitación de la Fundación.

Sobre las causas de por qué estos animales no encuentran alimento, Rodriguez Heredia sostuvo que “desde la sobrepesca hasta la emergencia climática que altera la temperatura de las aguas y la consiguiente distribución de las presas pueden afectar la normal oferta de alimento para estas especies”.

“Lo que es claro es que estos animales con su sola presencia son centinelas de lo que ocurre mar adentro y no estamos pudiendo ver. Cada uno de ellos es un indicador biológico que evidencia las alteraciones que sufre nuestro ecosistema marino”, dijo el especialista.

En 2020, de un total de 259 animales encontrados, entre mamíferos, aves y reptiles marinos, 85 animales fueron hallados sin vida durante las tareas de monitoreo, y 174 pudieron ser rescatados por los técnicos de la Fundación.

De los 174 animales, 58 lograron recuperarse de sus afecciones y pudieron ser reintroducidos a su habitad, mientras 19 solo requirieron asistencia profesional en playa sin necesidad de ser trasladados al Centro y 6 permanecen en rehabilitación.

Otros 91 animales del total de asistidos, en su mayoría aves marinas con graves afecciones como lesiones, cuadros de desnutrición y parálisis, no lograron sobrevivir a las afecciones que exigieron su ingreso al Centro de Rehabilitación.

La Fundación indicó en su trabajo que el 2020 “fue un año atípico para las labores de rescate y asistencia de fauna marina por las necesarias restricciones que generó la pandemia”.

En ese sentido, “en una primera etapa que se prorrogó hasta el mes de julio, inclusive, las salidas diarias a playa para el monitoreo así como los traslados entre localidades y partidos estuvieron restringidas por seguridad, excepto que fuesen especialmente autorizadas por las autoridades de aplicación”.

“De esa forma se explica que, en relación al 2019, se hayan asistido un 35% menos de animales”, puntualizó.

Sobre el segundo tipo de causa que más afectó a la fauna marina se encuentra la parálisis, siendo las aves el mayor exponente de esta problemática. De un total de 125 aves marinas, el 24% presentó este cuadro (30 en total).

La gaviota cocinera y el gaviotín golondrina fueron las especies más afectadas, presentando cuadros de parálisis de tipo flácidas.

“Nuestra principal hipótesis y que fuimos corroborando a lo largo de los años, es que estas aves sufren cuadros de botulismo aviar, una enfermedad generada por una neurotoxina que les afecta los músculos voluntarios y nervios periféricos. Esa neurotoxina es generada por la bacteria Clostridium botulinum que, aunque se encuentra naturalmente en humedales y lagunas de agua dulce, también se encuentra en basurales a cielo abierto”, explicó Juan Pablo Loureiro, médico veterinario de la Fundación Mundo Marino.