Esto es importante en términos de conservación, dado que, en general, se trata de especies frágiles y amenazadas, como el yaguareté. Las otras especies de panterinos actuales son: el león, el leopardo de las nieves, el tigre y el leopardo. El trabajo dirigido por la investigadora Patricia Saragüeta, y que tiene como primeros autores al investigador Francisco Pisciottano y a la becaria doctoral Clara Campos, fue publicado en la revista Molecular Ecology.

Frente a la amenaza de extinción de las especies, un nuevo estudio sobre el ADN realizado por especialistas del Conicet, toman importancia en el campo de la ecología, pero también aquellos que se focalizan en obtener más información sobre la genómica y evolución de estos animales, así como sobre sus mecanismos moleculares de fecundación y reproducción.

Francisco Pisciottano, Patricia Saragüeta y Clara Campos. Foto: CONICET Fotografía/ Andrés De Angelis.

En este sentido, adquiere importancia un estudio molecular reciente de especialistas del CONICET en el Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME, CONICET-F-IBYME) sobre la evolución de un grupo de proteínas reproductivas en animales carnívoros (orden Carnivora). Este trabajo reafirma la hipótesis, ya sugerida en la literatura, acerca de la laxitud de las barreras de aislamiento interespecífico entre las especies de grandes gatos o panterinos (subfamilia Pantherinae), que harían posible su hibridación, es decir, el cruzamiento entre individuos de distintas especies dentro de la subfamilia.

Esto es importante en términos de conservación, dado que, en general, se trata de especies frágiles y amenazadas, como el yaguareté. Las otras especies de panterinos actuales son: el león, el leopardo de las nieves, el tigre y el leopardo. El trabajo dirigido por la investigadora Patricia Saragüeta, y que tiene como primeros autores al investigador Francisco Pisciottano y a la becaria doctoral Clara Campos, fue publicado en la revista Molecular Ecology.

A partir de estos antecedentes, el equipo del IBYME se propuso estudiar la evolución, en los grandes gatos, de una serie de proteínas involucradas en la interacción entre gametas, bajo el supuesto de que del resultado de este proceso evolutivo podía depender la presencia o a la ausencia de barreras de aislamiento interespecífico. “Sabíamos que, en otros grupos de animales, los cambios evolutivos de estas proteínas aíslan a unas especies de otras”, señala Pisciottano.