Como sucede en otros lugares del mundo, los animales en la costa argentina aprovechan el poco curso de humanos en las calles para deambular por ellas sin ningún problema.

Los lobos marinos pertenecen al paisaje de Mar del Plata junto a los barcos pesqueros que encallan sobre los puertos. Este momento, ellos son los protagonistas de las postales no solo de la costa sino de las calles que se encuentran libres de humanos que los acosen.

Estas postales se repiten en todo el mundo y en cada espacio donde no había presencia animal, lo que índica que la falta de personas es un buen síntoma para la salud de los especímenes que necesitaban, claramente, expandir su territorio.