El Municipio de Marino Melgar en Arequipa, Perú, iniciará la captura de una gran cantidad de perros abandonados, debido a la proliferación de rabia canina que provocó la declaración del estado de emergencia sanitaria en ésta provincia.

Edwin Martínez, alcalde del distrito de Mariano Melgar dijo que la decisión emitida por su comuna, dispone el capturar los animales y multar a los tutores que los abandonen con sumas que llegan a los 3,950 soles.

“Yo ante todo veo por las personas, niños, ancianos y la gente que puede ser contagiada con rabia si un can con esta enfermedad lo muerde”, expresó a modo de justificación.

En total más de 500 perros sin hogar corren el riesgo de morir si sus dueños no los reclaman en un plazo determinado, el cual se supone será de unos 30 días, pero a la luz de las declaraciones vertidas por el alcalde en diciembre del anteaño -cuando se emprendió otra andanada con la intención de cumplir las matanzas-  el tiempo puede ser mucho menos: “Necesitamos presupuesto y personal para capturar a los perros de las torrenteras y llevarlos al canil, el cual tiene capacidad para 60 perros. La idea es evaluar a estos animales por tres días y si nadie los reclama los eliminaremos”, dijo en aquella oportunidad.

Con ésta medida el alcalde pretende reducir los casos de rabia que vienen, según él, castigando el municipio. En diciembre de 2015 los casos registrados y divulgados por él mismo a la prensa, fueron 17, en un universo de alrededor  de 500 animales en situación de calle, eso significa un 3,4% de infectados, lo que no significa una pandemia para justificar semejante pánico y urgencia.

Luego en 2016 se llegó a un total de 58 casos, y en lo que va de 2017 apenas 3 casos, por lo cual la clasificación de “pandemia” o “alarma sanitaria” que intentan imponer para poder tener vía libre para matar no corresponde.

Además, es sabido que matar animales jamás solucionó problemas de «brotes», ni de superpoblación, sino que solo contribuyó a demostrar cuan «embrutecida» está una sociedad cuando apela a éste tipo de prácticas con el supuesto fin de “proteger la población”. Si de verdad quisieran hacerlo, adquirirían la vacuna antirrábica que no supera el costo de 5 dólares cada una y por menos de 3.000 dólares todos los animales de la comuna estarían vacunados y libres de la posibilidad de contraer la enfermedad.

Así las cosas, los animales que fueran capturados por ésta aberrante medida del alcalde Edwin Martínez, y no fueran reclamados por sus dueños, serán puestos a disposición del Ministerio de Salud para que sean exterminados.

Diversas ONG que ayudan y rescatan animales en la ciudad, se indignaron con la situación y criticaron la medida. Tal es así, que la abogada arequipeña Elda Neyra indicó que si bien la ley contra el maltrato animal aún no es publicada, pueden interponer denuncias que impidan la matanza.

Para la defensora de los animales, Nadia Pizarro, sacrificar animales es una acción retrógrada. “Lo que debería hacer el Estado, y tiene presupuesto para eso, es lanzar campañas de vacunación antirrábica para animales domésticos y de la calle”, señaló.

Fuente: www.seamosmasaninmales.com