El intendente de Puerto Pirámides, Fabián Gandón, aseguró que «este fin de semana se aprovechó a pleno el avistamiento de ballenas» que se realiza desde esa localidad a través de seis empresas que embarcan a los turistas para aproximarlos a los ejemplares en una navegación que dura en promedio una hora y media.

Gandón aclaró que «las condiciones meteorológicas ayudaron muchísimo, no había viento, el cielo estaba despejado y el mar planchado por lo que a pocos minutos ya se estaba en zona».

El intendente de la localidad enclavada en la costa del Golfo Nuevo, sobre la cara austral de Península Valdés, en el extremo noroeste del Chubut, sostuvo en diálogo con Télam que «los prestadores están muy contentos porque a poco de andar se observan a madres con su cría, grupos de cópula o adultos solitarios».

Para confirmar el espectáculo natural que se observa por estos días, el fotógrafo Mario Acosta publicó este fin de semana en su portal «El ojo que todo lo ve» la imagen de una ballena sosteniendo con el lomo a su cría recién nacida para que se mantenga en la superficie y así aprenda a respirar.

«Esa es una técnica que utiliza la especie y marca que el ballenato es recién nacido» explicaron a Télam los especialistas.

Respecto a la presencia de ejemplares en la zona, el laboratorio de mamíferos marinos del Centro Nacional Patagónico con sede en Puerto Madryn registró 1.031 ballenas en el último sobrevuelo realizado en inmediaciones de Península Valdés.

La temporada de avistamiento comenzó a mediados de junio, aunque los primeros ejemplares fueron observados en proximidades de la boca de los golfos sobre fines de abril.

Las ballenas francas australes arriban cada año a estas costas para cumplir con un nuevo ciclo de reproducción: hembras que dan a luz a sus crías, hembras y machos adultos que llegan para aparearse, juveniles que socializan y otras hembras adultas que traen consigo a la cría para su destete.