Valentino es un gatito al que nadie quería tocar porque cuando fue llevado al refugio de animales de Baldwin Park, en Estados Unidos, su pelo estaba endurecido y lleno de suciedad, sus ojos estaban muy embarrados e hinchados, por lo que no podía ver. Además, padecía de sarna sarcóptica, muy contagiosa para gatos y humanos.

Sin embargo, una mujer se contactó con una fundación que se encarga de animales con enfermedades terminales. Gracias a estas personas, Valentino se está recuperando bajo cuidados intensivos. Además de sarna, el animal sufría de bajos niveles de glucosa, infecciones que le dejaron los ojos cerrados por la hinchazón, deshidratación y gastroenteritis. Sin embargo, la veterinaria Michelle Dulake, que se estuvo ocupando de su recuperación, aseguró que va a mejorar.

Según contó, fue mucho el apoyo que empezaron a recibir del público alrededor del mundo cuando difundieron la historia fue abrumador. «Las personas que colaboraron son maravillosas. Recibimos donaciones de Suecia, Australia, Austria. Sólo hacíamos lo correcto: ayudar a aquellos que no pueden ayudarse a sí mismos y a aquellos que nadie quiere».

«Es muy cariñoso. Una sensación de Internet que logró tener hasta fans», finalizó la mujer, quien nombró al gato en honor al día de San Valentín.