Un cachorro de hace 18.000 años, al que una expedición ruso-sueca descubrió congelado en el permafrost siberiano, podría ser el «perro más viejo» de existencia confirmada en la historia, según el portal The Siberian Times.

Se estima que el canino tenía dos meses cuando murió y su cuerpo se ha conservado de manera casi perfecta en el permafrost del este de la región siberiana, con su pelaje, nariz y dientes prácticamente intactos.

El cachorro, un macho de ‘perro-lobo’, con dientes de leche pero ya en punta de flecha, tenía menos de dos meses cuando murió. Sus restos fueron encontrados en el verano de 2018 en tierras congeladas cerca del río Indiguirka, al noreste de Yakutsk.

Su cuerpo se conservó por completo, al punto de que nariz e incluso bigotes y pestañas fueron preservados por el permafrost.