Cinco chicos con Trastornos del Espectro Autista recibieron el pasado viernes sus perros de asistencia entrenados por la asociación Bocalán para acompañarlos en su vida cotidiana, en un acto realizado en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

En la ceremonia, Marko recibió a su perra Alaska, Felipe a Aloha, Julian a Atún, Ariadna a Grifo y Matías a Kina, todos ellos acompañados por sus familias y los instructores que entrenaron a cada perro durante alrededor de dos años para que asistan a los chicos en sus actividades diarias.

Una de las mamás, Valeria Bianco, contó a Télam que su hijo “Marko ya tiene nueve años y desde los dos que lo diagnosticaron con trastorno del espectro autista y participamos de varias terapias; y hablando con su supervisora ella nos contó de Bocalán, y nos pusimos a investigar hasta que terminamos en el proceso de integrar un perro a la familia”.

“Alaska es divina, dócil y muy bien entrenada, se integró a la familia como si siempre hubiese estado con nosotros; siempre está pendiente de Marko”, destacó la mamá emocionada.

Valeria explicó que “hubo un aprendizaje general y bastante entrenamiento, desde febrero estuvimos yendo una vez por semana y después dos semanas intensivas, es ajustar todo el tiempo pero sale bien”.

La mamá destacó que “Marko no quería dormir en su cama y se iba con su hermana y entonces no dormía ni él, ni la hermana, ni nosotros, o sino se trasnochaba cantando; pero desde que Alaska está en casa y duerme con él eso no pasa más”.

“Alaska no sólo trabaja con él acompañándolo a todos lados, cuando la perra no está trabajando también lo busca para jugar y también el incluye en ese juego a otros chicos”, completó.

Margarita Ziade, directora de la asociación que entrena a los perros de asistencia, contó a Télam que “Bocalán es una asociación civil donde entrenamos perros de asistencia para personas con discapacidad física o niños con trastornos del espectro autista y también hacemos intervenciones asistidas por animales”.

Ziade indicó que “el proceso de entrega de un perro de asistencia dura cerca de dos años, los cachorros son seleccionados cuando tienen 60 días y son asignados a familias de socialización que los cuidan y los educan en su primer año de vida bajo nuestra supervisión”.

“Alrededor de los 10 u 11 meses los perros regresan a Bocalán para comenzar su entrenamiento básico, y cuatro o cinco meses después se instalan con nuestros entrenadores e instructores para comenzar el entrenamiento avanzado; en ese momento es cuando decidimos la especialidad en la que cada perro va a ser entrenado, si es para una persona en silla de ruedas o para una familia con un niño con autismo”, agregó.

Margarita señaló que “cuando sabemos qué tipos de perros tenemos es que empezamos la selección de las familias a las que van a ser asignados; nosotros hacemos una convocatoria anual en la que las familias se anotan y nuestro equipo evalúa cada caso en particular”.

“Una vez seleccionadas las familias comenzamos a trabajar con ellas, si son niños con trastornos del espectro autista hay un trabajo de dos o tres meses previos a la entrega del perro para habituarlos a su presencia, luego toda la familia participa de dos semanas intensivas de acoplamiento donde todos nos reunimos para enseñarles a manejar el perro y cómo cuidarlo”, añadió.

Ziade enfatizó que “la relación no termina con la entrega del perro porque de por vida estamos en contacto con las familias supervisando y colaborando en la relación de la familia con el animal”.

“En niños con autismo se genera un cambio muy notorio, porque muchas veces a las familias les cuesta movilizarse en la vía pública o compartir una salida, pero el perro le da una respuesta a la necesidad de estimulación de esos chicos”, remarcó.

Bocalán acepta donaciones para sustentar el proyecto a través de DonarOnline o por mail en info@bocalanargentina.org.