Vaquita de San Antonio conocida como «insecto de la buena suerte»

En Argentina, existen alrededor de 200 especies de este ejemplar. El proyecto Vaquitas de San Antonio ha aumentado el conocimiento sobre la diversidad de estos insectos en todas las provincias del país. Sin embargo, la vaquita asiática multicolor es una especie invasora que en el mundo ha ido desplazando a las especies nativas en cada territorio a donde llega y por ello en nuestro país buscan establecer sus efectos en el ecosistema.

La publicación de una fotografía de una vaquita asiática multicolor (Harmonia axyridis) en ArgentíNat, la plataforma de iNaturalist de Argentina, llamó de inmediato la atención de Victoria Werenkraut, investigadora y doctora en Ciencias Biológicas. Fue en enero de 2021, ella llevaba tres años estudiando esta especie y no había escuchado reportes en Tierra del Fuego, la provincia más austral del país.

Harmonia axyridis, vaquita exótica de Argentina, también conocida como Vaquita Asiática multicolor. Foto Ramiro Ripa.

El hallazgo podría significar que la vaquita asiática multicolor, una especie invasora en muchos países de Europa, Norteamérica y Suramérica, entre ellos Argentina, ya había llegado hasta esta zona del país. Inmediatamente le escribió a la usuaria que subió la observación para que le contara más y, en especial, para saber si había visto más ejemplares.

En Argentina existen alrededor de 200 especies de vaquitas, entre exóticas y nativas, de las cuales el proyecto ha logrado identificar cerca de 80 gracias a las fotografías compartidas por las personas. También han detectado siete especies que no estaban listadas para el país y cinco que aún no tienen nombre científico.

Meses después, en mayo de 2021, cientos de vaquitas asiáticas multicolor (VAM) se comenzaron a agrupar en las ventanas de algunas casas en Bariloche, en la Patagonia argentina. Estos pequeños insectos que se caracterizan por sus alas rojas o naranjas con puntos negros, y una M o W detrás de la cabeza, aunque algunos pueden presentar variaciones, buscaban protegerse del frío de la época invernal.

Era una escena poco común que se sumaba a los reportes que el equipo de la investigadora recibía desde el 2018, cuando comenzó a seguir los avances de este insecto invasor y que se transformó en 2020 en un estudio sobre las vaquitas nativas de Argentina. Para recolectar los datos, Werenkraut y su equipo usan la ciencia ciudadana.

Entre las diez más registradas, seis son exóticas. La Cocinella septempuntacta y la Hippodamia convergens son algunas de las que más preocupan a los investigadores, puesto que se están viendo muy dominantes en el campo. Por cada ejemplar de la especie nativa se pueden encontrar 50 de las exóticas.

En 2018, la doctora viajó a Inglaterra para estudiar las invasiones biológicas al lado de Helen Roy, una entomóloga británica especializada en la vaquita asiática multicolor y en la metodología de la ciencia ciudadana. Ese mismo año, en Bariloche se produjo una explosión poblacional de la VAM, por lo que la investigadora comenzó a seguirlas con el mismo método de Roy.

Durante un año, con la ayuda de su equipo y las fotografías que llegaban vía correo electrónico, WhatsApp y por ArgentíNat monitoreó a la VAM. Gracias a la información de estos reportes, publicaron el primer estudio de la distribución de esta especie invasora en el país. Sin embargo, un año después ampliaron su investigación hacia todas las especies de vaquitas.

Las vaquitas de San Antonio, también conocidas en otros lugares como mariquitas (Colombia, Ecuador, Venezuela, Bolivia y Perú), chinitas (Chile), catarinas (México) o paquitas y lalitas (Argentina) son coccinélidos, una familia de insectos que pertenece a la orden de los Coleópteros, organismos conocidos por tener un par de alas duras que protegen sus dos alas flexibles que les permiten volar. La mayoría de las especies son depredadoras, pero también existen algunas que se alimentan de esporas de hongos y otras que son fitófagas, es decir que se alimentan de plantas.

La coordinadora del proyecto e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).“Tienen un rol fundamental en los ecosistemas, puesto que regulan a otros insectos y artrópodos. En los cultivos son bastantes valoradas por ser controladoras de plagas como los pulgones o cochinillas. Es probable que ese sentimiento que se tiene hacia las vaquitas, que no existe hacia otros insectos, tenga que ver con el conocimiento ancestral de que estos bichos ayudan en los procesos agrícolas. Si hay vaquitas, a los cultivos les va mejor”, dice Victoria Werenkraut.