Una de cada cinco especies sobre el planeta está a la venta en los mercados de animales salvajes y este comercio multimillonario es entre un 40% y un 60% superior de lo estimado hasta ahora.

Estas son las conclusiones de un artículo publicado en la revista Science cuyos autores también han desarrollado un modelo para predecir qué fauna puede ser la siguiente en ser víctima de un tráfico que acelera dramáticamente las tasas de extinción.

Según los investigadores, el negocio de pieles, cueros y cuernos para fabricación de productos o animales exóticos utilizados como mascotas, es un negocio que deja ganancias millonarias en todo el mundo.

El consenso científico y conservacionista internacional lo sitúa como una de las amenazas más graves para las plantas y los animales, pero su extensión y su impacto en la biodiversidad global a lo largo del reino animal todavía es en gran medida un enigma.

El trabajo, llevado a cabo por equipos de universidades estadounidenses y británicas, ha medido los efectos del comercio de animales salvajes sobre un total de 31.745 especies de pájaros, mamíferos, anfibios y reptiles en base a los datos de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES por sus siglas en inglés) y de la ‘Lista Roja’ de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

Los investigadores determinaron que 5.579 animales, el equivalente al 18% de todas las especies analizadas, están siendo vendidas en estos momentos. El impacto del tráfico, señalan, tiende a ser superior en algunos grupos: los pájaros y los mamíferos, notablemente.

Algunos de los dramáticos casos que recogen son la extinción en 2010 del rinoceronte de Java vietnamita (Rhinoceros sondaicus annamiticus) cuando los furtivos mataron al último ejemplar por su cuerno, o el estornino de Bali (Leucopsar rothschildi) que está a punto de extinguirse en la naturaleza.

Continuando su análisis, los autores han llegado a identificar otras 3.196 especies más que a día de hoy no están en el objetivo de los traficantes pero que podrían convertirse en alternativa a los animales que actualmente se explotan cuando estas se extingan, ya que comparten similaridades con las que podrían rellenar nichos de mercado.

Según los cuatro investigadores, Brett R. Schaffers, Brunno F. Oliveira, Ieuan Lamb y David P. Edwards, 8.775 especies en total estarían ahora en riesgo de extinción por el tráfico de fauna y sus efectos indirectos.