El Día Internacional del Gato es una fecha para crear conciencia sobre los gatos y aprender sobre maneras de ayudarlos y protegerlos. También se pretende crear conciencia sobre los gatos sin hogar.

El Día Internacional del Gato fue creado con el objeto de que las personas honren a sus amigos felinos. Pero también es un día en el que la gente puede ir a un refugio de animales local y adoptar un minino.

Los gatos no son animales salvajes, así que no pueden sobrevivir fácilmente en la calle. Ellos también necesitan afecto y cuidado de los humanos que decidan adoptarlos.

Conclusión dialogó con Carlos Balbi, veterinario de la ciudad de Rosario, para trasladarle preguntas que suelen hacerse las personas que han convertido a un felino como parte de su propia familia.

 

El profesional despeja algunas dudas respecto a la alimentación de los felinos; cómo manejar la situación cuando incorporamos un gato más a la familia; cómo evitar accidentes; enfermedades típicas de estas mascotas; pasatiempos que más les gustan a nuestros mininos; por qué a veces orinan en distintos lugares de la casa; cuántos años viven los gatos; por qué ronronean y acarician nuestras piernas; e información general acerca de estos pequeños mimosos de nuestras familias. 

Orígenes de esta fecha

Los gatos son unas de las mascotas preferidas por millones de personas en el mundo. Son tan queridos estos animales que celebran su día tres veces en el año.

El 20 de febrero es el día internacional del gato. Pero no es el único día en el que se les rinde homenaje a estos bellos e hipnóticos animales. Mientras que la mayoría de los países celebran esta fecha no oficial el 8 de agosto, Rusia celebra el Día Nacional del Gato el 1 de marzo y los Estados Unidos celebran también su propio Día Nacional del Gato el 29 de octubre.

El origen de esta celebración se la debemos al gato más famoso que vivió en la Casa Blanca, que se mudó a la residencia presidencial con la familia de Bill Clinton en 1993. El “gato esmoquin” (por la figura que forman sus colores), fue adoptado por la primera hija, Chelsea Clinton, cuando su padre era gobernador de Arkansas. Ella lo llamó Socks (Calcetines). Se convirtió en un favorito de los medios de comunicación. Su imagen se utilizó para recaudar dinero para refugios de animales.

Socks se colaba en los actos públicos del presidente, alcanzando en aquella época gran popularidad, ya que el gato aparecía en la sala presidencial durante los actos de prensa.

Cuando tenía 19 o 20 años, el 20 de febrero de 2009 le practicaron la eutanasia, porque sufría de problemas renales, una afección tiroidea y cáncer de boca y mandíbula.