Las barriadas populares, esas que se sostienen a fuerza de estoicismo y un sueño sincero de igualdad. El camino de este 2017 se mostró sinuoso y pedregoso, la enorme catarata de ajustes se puso el traje que mejor le cabe, el de uno de los jinetes del apocalipsis. La falta de trabajo genuino, el crecimiento del hambre y la desocupación, forman un cóctel explosivo que vieron en el paquetes de reformas, la chispa que lo podía encender.

Para realizar un análisis exhaustivo sobre el cuadro de situación, Conclusión dialogó con tres referentes sociales que brindaron de manera coincidente, una visión desalentadora.

«Desde el 2015 a esta parte, los sectores populares fueron los mas perjudicados. El brutal ajuste es un látigo que golpea de manera sostenida a los más vulnerables»,  expresaba José «Pepe» Berra, dirigente del Movimiento Evita.

Quien también alzo la voz fue Eduardo Delmonte, el referente de la CCC (Corriente Clasista y Combativa) sostuvo: «Venimos transitando dos años tremendos, en muy poco tiempo este gobierno ensancho la brecha entre los que más tienen, con respecto a los que no tienen nada. El hambre avanza a pasos sostenidos, y en esto la responsabilidad del estado es muy clara».

Gabriel Báez integra la organización social Barrios de Pie, el mismo fue tajante a la hora de profundizar el debate, «este gobierno tiene políticas tan claras como demoledoras. Viene a perjudicar aun más a los sectores aletargados para llevar adelante una clara transferencia de recursos hacia los que siempre han gozado de privilegios. Nos espera un 2018 de mucha lucha, organización y unidad», concluyó.