Todas las semanas se emite por Conclusión un ciclo que buscará acercar la realidad, para poder intepelarla profundamente. Es por ello que Catalejo, a lo largo de treinta minutos, abordará diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.

En esta oportunidad, Pablo Bertinat, integrante del Taller Ecologista y Director del Observatorio de Energía y Sustentabilidad de la UTN, brindó un explícito recorrido sobre el “hidrógeno verde”, un gas que impulsó una inversión que de 8.400 millones de dólares que llega desde Australia. Producir para exportar, si bien aún no se conocen los detalles del contrato ¿se tratará de un commodity más? ¿Transición energética o una renovada trampa?

El hidrógeno (H2) es un vector energético, una materia prima y un combustible, y tiene la particularidad de que aun siendo el elemento más abundante en el universo no es posible encontrarlo naturalmente en su estado puro. En su uso como combustible, comúnmente se distingue entre hidrógeno gris, azul y verde.

El hidrógeno gris y azul se producen a partir de energías fósiles, sin embargo, en el caso del H2 azul, su producción es considerada baja en emisiones, porque tiene acoplada una cadena de valor que permite el proceso de captura y almacenamiento del carbono. El hidrógeno verde se produce a partir de agua y energías renovables, mediante un procedimiento llamado electrólisis, en el cual se divide el agua (H2O) en hidrógeno y oxígeno.

“Tenemos una falsa idea que a la energía la tenemos disponible y en cantidades infinitas, sin inconvenientes y sin impacto, y lo que estamos viendo es que a futuro, la restricción es la energía. Estamos viendo que a nivel global no vamos a poder tener cualquier energía, y cualquier modelo productivo. Debemos dejar la reserva de hidrocarburos bajo tierra para reducir los gases de efecto invernadero, y por otro lado, si quisiéramos abastecer la matriz energética de fuentes renovables, tendríamos serios problemas, ya que no nos alcanzarían los minerales. Hoy en día debemos discutir el modelo productivo en un contexto de restricción en torno a la cantidad de energías que vamos a tener en las próximas décadas”, indicó Bertinat.