SáBADO, 30 DE NOV

Catalejo TV: inteligencia artificial, el aplastamiento del cerebro y su singularidad

"Un estudio realizado en Francia con una duración de tres años, arrojó que el cerebro de los taxistas, debido al uso permanente del GPS, sufría atrofias muy concretas que tienen que ver con la delegación de circuitos relacionados a la cartografía del territorio", indicó el docente e investigador Ariel Pennisi.

 

Todas las semanas se emite por el canal de YouTube de Conclusión un ciclo que busca acercar la realidad, para poder interpelarla profundamente. Es por ello que Catalejo, a lo largo de treinta minutos, aborda diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.

En esta oportunidad, Gisela Gentile y Alejandro Maidana dialogaron con el docente, ensayista y codirector de Red Editorial Ariel Pennisi. Junto a Miguel Benasayag, Pennisi le dio vida a un libro repleto de reflexiones y preguntas que buscan respuestas, “La inteligencia artificial no piensa (el cerebro tampoco)”, interpela a través de distintas investigaciones realizadas la IA.

Argentina ocupa la principal posición en variables vinculadas al fomento público de la Inteligencia Artificial (IA), la gobernanza del proceso y la conformación de una nueva institucionalidad frente a los cambios que impone la irrupción de esta nueva tecnología, destacó un informe sobre el desarrollo en América Latina en esa materia.

El Centro de Estudios Nacional de Inteligencia Artificial, una iniciativa del gobierno de Chile que obtuvo información de distintos organismos internacionales como la OCDE, Cepal, Unesco y fuentes públicas y privadas de los países de la región, analizó de manera cuantitativa las capacidades de los países de América Latina para adoptar y utilizar IA, informó en un comunicado el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT).

El resultado indicó que la Argentina forma parte de los países líderes en la región por sus capacidades en inteligencia artificial junto a Chile, Brasil y Uruguay. Sin embargo, la IA genera tanto desconcierto como preocupación por la rapidez con la que se ha instalado. Veinte años de experimentaciones constatan la imposibilidad por parte del cerebro y, más ampliamente de nuestra constitución subjetiva, de metabolizar la interfaz digital. Trastornos de ansiedad, atrofias en zonas cerebrales específicas según el dispositivo, delegación masiva de funciones sin tiempo para recuperación o reciclado cerebral, son algunas de las afecciones más extendidas.

“Hay un trabajo que vale la pena mencionar y que hace Miguel Benasayag en Francia, un experimento de muy bajo costo ya que las empresas no están interesadas en financiar experimentos que producen advertencias. En este caso, la utilización del GPS por parte de los taxistas, que son personas que lo utilizan prácticamente todo el día en París, comparado a otro grupo testigo de Londres, que no lo utiliza, arrojó que el cerebro de los taxistas franceses al cabo de tres años de uso y después de ser sometidos a distintos estudios, sufría atrofias muy concretas que tienen que ver con la delegación de circuitos relacionados a la cartografía del territorio», indicó Ariel Pennisi.

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