El oficialismo tiene la mitad de los votos para aprobar pliegos de Rosenkrantz y Rosatti
La lógica parlamentaria indica que los senadores deberán, en primer lugar, aceptar el retiro de los pliegos de otros dos juristas. Se trata de Sesín y Sarrabayrouse que fueron propuestos por Cristina Kirchner.
- Política
- Feb 20, 2016
El oficialismo cuenta hasta el momento con la mitad de los votos que necesitaría para aprobar las designaciones de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti en la Corte Suprema de Justicia y la relación con el
FPV-PJ, clave para esa votación, empieza a tensarse.
Para aprobar los nombramientos de ambos magistrados el oficialismo necesita alcanzar la mayoría especial de dos tercios, que serían 48 votos en caso de haya asistencia perfecta el día de la sesión y si hubiera ausencias tendrá que contar con dos votos positivos por cada negativo.
Cualquiera sea el escenario, el frente Cambiemos tiene asegurados hasta el momento 24 votos, de los cuales 15 son de su propio interbloque: los seis de la bancada del PRO que preside la cordobesa Laura Rodríguez Machado y los nueve de la UCR que comanda el chaqueño Ángel Rozas.
A ellos se suman cinco voluntades del interbloque del Peronismo Federal, según contaron a NA fuentes de esa bancada que encabeza Adolfo Rodríguez Saá, quien aparece anotado como un voto a favor de los pliegos de la Corte, dada la buena relación que viene cosechando con el Gobierno.
De hecho, en los últimos días el senador puntano fue recibido por el ministro de Justicia, Germán Garavano, para puntear los nombres de jueces y fiscales federales para la provincia de San Luis, parte de la lista de reclamos que esa provincia tiene atrasados desde hace 12 años.
Junto a Rodríguez Saá votará su mano derecha y coprovinciana Liliana Negre de Alonso y el oficialismo descuenta también contar con el apoyo del santafesino Carlos Reutemann y el salteño Juan Carlos Romero.
Roberto Basualdo, en tanto, señaló a Noticias Argentinas que los dos jueces propuestos «presentan un currículum espectacular» y definió: «Mi voto va a ser positivo».
La reciente conformación de un interbloque massista también favoreció al oficialismo, dado que sus tres integrantes, el cordobés Carlos Caserio, el chubutense Alfredo Luenzo y la fueguina Miriam Boyadjian, también tienen previsto votar a favor de los pliegos, según anticiparon a este medio.
En tanto, el senador de Proyecto Sur Fernando «Pino» Solanas ya había adelantado, a principios de febrero, su voto a favor de Rosenkrantz y Rosatti, tras calificarlos como «hombres que vienen con muchos antecedentes y prestigio».
El oficialismo todavía confía en poder sumar a la rionegrina Magdalena Odarda (Coalición Cívica-ARI) y al bonaerense Jaime Linares (GEN), mientras que espera que los neuquinos Guillermo Pereyra y Lucila Crexell, ambos del Peronismo Federal, se sumen a sus compañeros de bloque en el respaldo a los jueces.
La suerte de los nombramientos terminará de sellarse en las audiencias públicas que comenzarán el 3 de marzo, cuando Rosatti y Rosenkrantz concurran a la Cámara alta para defender sus candidaturas ante los senadores.
El jefe del bloque del PJ-FPV, Miguel Ángel Pichetto, señaló días atrás que el compromiso de su bancada llegaba hasta el ingreso formal de los pliegos de ambos jueces, pero que los votos se definirían luego de las audiencias.
Hasta hace poco el oficialismo confiaba en que Pichetto y la tropa peronista respalden a los jueces aún si el sector más kirchnerista del bloque, ligado a La Cámpora, decide votar en contra, pero en los últimos días la relación con el PJ-FPV se tensó.
Pichetto dejó trascender su intención de hacer valer su mayoría para quedarse con las presidencias de comisiones clave de la Cámara alta, como las de Asuntos Constitucionales y las de Presupuesto y Hacienda, y esto fastidió al oficialismo.
«No cumplen lo que dicen. O ayudan a la gobernabilidad o no», se le escuchó decir al presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, según algunos de sus interlocutores.
La discusión por las comisiones puso un manto de duda sobre la posición que adoptará el PJ-FPV, en donde además juegan otros factores: los peronistas esperan que el Gobierno envíe fondos a las provincias y los camporistas quieren leer detalladamente las impugnaciones presentadas contra los jueces, indicó un referente de ese espacio.