Todas las semanas se emite por el canal de Youtube de Conclusión un ciclo que buscará acercar la realidad, para poder interpelarla profundamente. Es por ello que Catalejo, a lo largo de treinta minutos, abordará diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.

En este capítulo, Mauro Brissio, Magíster en comunicación e impulsor del proyecto de ley anti fake news, brindó detalles sobre la imperiosa necesidad de ponerle un freno a la manipulación política de la mentira. Son tres los ejes que le dan cuerpo a este proyecto de ley. El primero tiene su anclaje que en caso de comprobar con datos incontrastables que se tata de fake news, recordando siempre que una fake news es una operación política, lo que sucederá es que se avanzará con una multa económica de la cual su monto dependerá del tamaño del medio, de la cantidad de suscriptores, publicidad y venta que tenga el mismo.

 

No es lo mismo un medio barrial que uno monopólico y corporativo. Lo que se busca también es la quita paulatina de la pauta oficial, ya que no se puede permitir que se financie la mentira con dinero del propio estado argentino. A través del segundo eje, se busca conformar un bloque de ciudadanía activa, aquí las universidades serán las encargadas de trabajar en brindar herramientas para que la población pueda contar con las mismas para luchar contra las fake news.

Necesitamos que la ciudadanía las detecte, no las comparta y las combata, esto es muy interesantes, ya que a diferencia de lo que muchos creemos por habitar ciertos espacios académicos, militantes e intelectuales, consideramos que el resto de las personas saben y manejan las mismas categorías que nosotros. Hace un tiempito, un informe de la Unesco arrojó un dato demoledor, en el mismo se dio a conocer que solo el 2% de los jóvenes sabe de la existencia de las fake news, y solo el 2% cuenta con los instrumentos necesarios para detectarlas”, indicó Brissio.

El tercer eje está orientado a prevenir el consumo de noticias falsas, ya que el primer eje sanciona una vez que se difunden, por ello este habla de prevención. El tercer eje intenta colocar debajo de cada isologotipo un sistema semáforo de colores que vaya de rojo al verde donde según el historial de noticias falsas que tenga el medio de difusión se le asignará un color. Si es un medio que miente asiduamente se le asignará el color rojo, de lo contrario será el verde que lo defina. Claramente después quedará en manos del consumidor, si opta o no por seguir adelante, pero ese derecho y posibilidad hay que brindárselo al consumidor de esa noticia.