SáBADO, 30 DE NOV

Después de 26 años de actividad, decidieron cerrar el mítico bar Berlín

El reducto cultural y de movida nocturna ubicado en el Pasaje Fabricio Simeoni dio por finalizado su ciclo de vida. Uno de sus dueños confirmó días atrás la decisión definitiva.

 

El bar ubicado en el pasaje Fabricio Simeoni (ex Zabala), ha sido uno de los bares que formó parte de la vida nocturna de Rosario durante más de dos décadas. Pero como todo, su actividad ha llegado a su fin.

Berlín cierra sus puertas por decisión de sus dueños, quienes se dedicaran a otros negocios. Pero lamentablemente, para muchos enamorados de los buenos momentos, el reducto céntrico no pudo sobreponerse, como muchos otros negocios, ha las heridas de las restricciones sanitarias por pandemia.

El lugar acostumbró, durante su funcionamiento, a ofrecer diversos espectáculos y eventos que lograron posicionarlo como un espacio concurrido y conocido en el circuito cultural rosarino.

 

Entre los diversos artistas que visitaron Berlín, se cuenta a Pappo, Willy Crook, Bersuit Vergarabat, Daniel Melingo, Los Piojos, Luis Salinas, Las Pelotas, La Mississippi, Diego Frenkel, Palo Pandolfo, Antonio Birabent y Cholo Montironi, entre otros.

También, fue un espacio donde los trabajadores del arte emergente pudieron mostrar las diferentes expresiones artísticas, las cuales hacen al abanico cultural de una ciudad que ofrece música, teatro, muestras de arte plástico, por mencionar algunas.

Uno de sus dueños, en diálogo con un medio local, confirmó la noticia: «El cierre está confirmado. La decisión está tomada a partir del letargo y la búsqueda de una nueva explotación que terminó siendo infructuosa. El Estado no te tira un centro. Hubo interesados. Pero el marco normativo que la ciudad le ofrece al rubro no los convenció. Habíamos avanzado con posibles inversores. Era gente del palo, de Buenos Aires. Aún no estaba definido lo de continuar o no con el mismo nombre. Pero querían tomar la sala para seguir produciendo cosas de acá, seguir haciendo trascender a distintos artistas de Rosario. Pero bueno, estos interesados se espantaron por la precariedad normativa de que tiene la ciudad, ante la imposibilidad de encontrarle la vuelta a cómo funcionar».

 

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