LUNES, 02 DE DIC

Turquía aseguró que «no va dar marcha atrás» al rechazo del ingreso de Finlandia y Suecia a la OTAN

El Gobierno turco considera que las naciones nórdicas albergan a miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) -considerado "terrorista" por Ankara, Estados Unidos y la Unión Europea (UE)-, y sus aliados kurdos iraquíes de las Unidades de Protección Popular (YPG).

 

El partido oficialista turco, Justicia y Desarrollo (AKP), aseguró hoy que el país se encuentra en «un punto sin retorno» y que «no va a dar marcha atrás» sobre su postura contra la incorporación de Suecia y Finlandia a la OTAN, pese a los renovados intentos de las potencias occidentales para que no vete el ingreso de las naciones nórdicas a la alianza militar en el marco de la guerra en Ucrania.

«Turquía no va a dar marcha atrás. Hemos llegado a un punto sin retorno y no vamos a retroceder. Hemos pagado un alto precio por la lucha contra el terrorismo: las vidas de casi 40.000 personas», explicó a la filial turca de la cadena CNN el vicepresidente de la fuerza política, Numan Kurtulmus.

Este último grupo combatió contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) junto a militares estadounidenses, entre otros.

«Suecia, en particular, apoya a estas organizaciones», denunció el vicepresidente del partido oficialista, citado por la agencia de noticias Europa Press.

El dirigente pidió a la Alianza Atlántica que «valore con nitidez» las «preocupaciones de Turquía» y otorgue al país «garantías de seguridad» sobre la relación de ambos países con el PKK.

El Gobierno de Suecia, por su parte, calificó ayer de «desinformación» la supuesta relación entre el país nórdico y el partido kurdo.

«Quiero recordar que el Gobierno de Olof Palme fue el primero tras el turco en declarar al PKK como organización terrorista en 1984», escribió en Twitter la ministra de Exteriores, Ann Linde.

Turquía integra la OTAN y por lo tanto posee derecho de veto contra cualquier ampliación, lo que llevó a varios líderes occidentales a intentar que modifique su posición.

En ese marco, el primer ministro británico, Boris Johnson, dialogó en las últimas horas con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en el marco de una ronda de contactos que incluyó también a los líderes de Suecia y Finlandia.

En esa conversación, el premier del Reino Unido reiteró la «amenaza» que representa Rusia para los vecinos europeos y enfatizó que las naciones escandinavas serían «valiosas» adiciones a la Alianza Atlántica.

En el diálogo con la primera ministra sueca Magdalena Anderson, Erdogan reclamó que se «ponga fin al apoyo político y financiero y la entrega de armas a grupos terroristas» kurdos, informó la agencia de noticias AFP.

El mandatario «espera que Suecia adopte medidas concretas y serias, que demuestren que comparte las preocupaciones de Turquía sobre la organización terrorista PKK y sus ramificaciones en Siria e Irak», indicó un comunicado publicado en Ankara.

Por su parte, el presidente de Finlandia, Sauli Niinisto, calificó como «abierta y directa» la conversación con Erdogan, sin dar muchos detalles sobre resultados concretos más allá de asegurar que «el diálogo cercano continúa» entre ambos países

El dirigente recalcó además que su país «condena el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones», al negar cualquier apoyo al PKK.

En tanto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo hoy haber debatido con Erdogan las solicitudes de ingreso de Finlandia y Suecia.

«He hablado con el presidente Erdogan sobre la importancia de la política de puertas abiertas de la alianza, así como sobre las solicitudes de ingreso de Finlandia y Suecia. Coincidimos en que es necesario tomar en consideración las preocupaciones en materia de seguridad de todos los miembros de la alianza y continuar las negociaciones para encontrar una solución», escribió Stoltenberg en su cuenta de Twitter, según la agencia Sputnik.

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