MIéRCOLES, 27 DE NOV

Oposición venezolana asumió el mando del Parlamento

Después de 17 años de hegemonía chavista el arco opositor unido en la Mesa de la Unidad Democrática controlará la Asamblea Nacional con aplastante mayoría opositora de 112 diputados contra 55 oficialistas.

Poniendo fin a 17 años de hegemonía chavista, la oposición asume este martes el mando del Parlamento en una Venezuela en severa crisis económica y convulsión política, abriendo una etapa de choque de poderes que complica aún más la gobernabilidad del país.

Con aplastante mayoría opositora de 112 diputados contra 55 oficialistas, la Asamblea Nacional electa por cinco años en los históricos comicios del 6 de de diciembre, se juramentará en un clima de tensión, con marchas de seguidores de uno y otro bando que ya colmaban algunas calles y plazas de Caracas.

El hemiciclo parlamentario, donde ya se encontraban los diputados chavistas y opositores, estaba abarrotado de dirigentes opositores, líderes del gobierno, diplomáticos y periodistas. Un fuerte cordón de seguridad rodeaba el Palacio Legislativo.

«Se va a poner bueno esto porque vamos a hacer lo que sabemos hacer. Yo soy diputado, aquí me verán, seré fastidioso», dijo al llegar el jefe parlamentario saliente y número dos del chavismo, Diosdado Cabello, mientras opositores abucheaban y gritaban: «Sí se pudo, sí se pudo», «¡supérenlo!».

El presidente Nicolás Maduro dijo haber ordenado a los cuerpos de seguridad que garanticen una instalación pacífica de lo que llamó el «Parlamento burgués», por lo que se dispusieron dos sectores para las manifestaciones a fin de evitar choques.

El veterano diputado y acérrimo opositor Henry Ramos Allup, elegido por la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD, centroderecha) para presidir el Congreso, dijo confiar en que la Fuerza Armada (FANB) garantizará el orden.

«La FANB no es órgano para subvertir el orden constitucional, ni para desconocer la institucionalidad democrática, mucho menos para dar golpes de Estado», respondió el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.

Una crisis, dos modelos

De cómo manejen el chavismo su derrota y la oposición su mayoría legislativa y divisiones internas, dependerá la gobernabilidad y tranquilidad del país, y que la crisis se profundice o empiece a resolverse en 2016, según el economista Luis Vicente León.

El país con las mayores reservas petroleras del mundo sufre el desplome de los precios del crudo -fuente del 96% de sus divisas- un déficit fiscal de 20% del PIB, 200% de inflación, severa escasez de alimentos y una contracción económica del 6% en 2015, según cálculos privados.

Agotados de las colas para comprar comida y la inseguridad rampante, los venezolanos están a la expectativa, algunos esperanzados, pero otros pesimistas, dada la confrontación vista estas semanas.

Para la oposición, este martes comenzará «el cambio»; para Maduro, la lucha de dos modelos: el del «pueblo que quiere preservar los logros sociales de la revolución» y «el neoliberal de la burguesía que quiere privatizarlo todo».

En víspera del cambio de legislatura, Maduro promulgó una reforma para quitar al Parlamento la facultad de elegir al presidente del Banco Central y ahora lo hará el Ejecutivo.

Maduro evalúa presentar en breve un «plan de emergencia» para la reactivación económica y dijo esperar que la mayoría opositora no lo «sabotee».

Golpe contra golpe

En lo que sería una de las primeras batallas en el Congreso y aunque Maduro adelantó que la vetará, la MUD planea aprobar una amnistía para 75 políticos presos, entre ellos el opositor radical Leopoldo López, condenado a casi 14 años de prisión acusado de incitar a la violencia en las protestas en 2014.

«Amnistía ya», se leía en una pancarta que llevaron los opositores invitados al hemiciclo parlamentario, entre ellos la esposa de López, Lilian Tintori. La MUD anunció que también ofrecerá, en un máximo seis meses si el oficialismo se resiste a las reformas económicas, una vía «democrática, constitucional, pacífica y electoral», según Ramos

Allup, para buscar una salida anticipada del presidente, elegido por seis años en abril de 2013, tras la muerte de Hugo Chávez.

«Hay planes para atacarme como presidente», manifestó Maduro, advirtiendo que los diputados tendrán inmunidad pero no impunidad si «conspiran» con un «golpe parlamentario».

La oposición acusó al gobierno ante organismos internacionales de intentar un «golpe de Estado judicial con la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) -al que acusa de aliado del oficialismo- de suspender la proclamación de tres diputados opositores y uno oficialista en el sureño estado Amazonas.

La sentencia del TSJ, que parte de un fallo en el que admitió para estudio impugnaciones contra nueve diputados opositores, amenaza la mayoría calificada de dos tercios (112 de 167 escaños) que logró la oposición, pero Ramos Allup descartó que sean despojados de esas poderosas facultades.

A pocos días de la instalación de la Asamblea, la mayoría oficialista saliente nombró a 13 magistrados del TSJ, órgano que dirimirá las disputas parlamentarias, e instaló el Parlamento Comunal -de comunas chavistas-, como contrapeso a un legislativo opositor.

En un comunicado, la Unión Europea estimó que la instalación de la Asamblea «será clave para la democracia en Venezuela».

El augurio para 2016 del analista José Ignacio Hernández no es nada alentador: «crisis económica y social, y crisis institucional».

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