VIERNES, 29 DE NOV

Armas que debían estar en custodia policial fueron encontradas en allanamiento: Balística bajo la lupa

En un procedimiento realizado el miércoles se encontraron 11 pistolas de diverso calibre y los investigadores detectaron que parte de esas armas ya habían sido secuestradas en operativos anteriores y que debían estar bajo la custodia de la Sección Balística. Se secuestraron celulares de empleados policiales y se investiga el circuito que las devolvió a las calles.

Este jueves por la tarde se realizó un procedimiento judicial en la Sección Balística de la Región 2, que depende de la Agencia de Investigación Criminal, tras el cual se secuestraron los teléfonos de los efectivos que prestan servicio en dicha sección. La razón: armas que debían estar bajo custodia policial fueron encontradas días atrás en un allanamiento en Empalme Graneros. 

El pasado miércoles, en un operativo que había sido requerido por el fiscal David Carizza en el marco de una investigación por balaceras, en zona de Garzón al 900 Bis, se secuestraron 11 pistolas y 107 municiones. Tras el mismo, se detectó que parte de ese arsenal debía haber estado bajo custodia de la Sección Balística, porque ya habían sido secuestradas previamente en otros procedimientos.

Por tal motivo, la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos solicitó una inspección, con orden judicial, de la sección Balística que funciona en la sede de la Unidad Regional II, en Avenida Francia al 5200. Los fiscales Matías Edery, Luis Schiappa Pietra y David Carizza dispusieron el secuestro de los teléfonos celulares de los empleados policiales y medidas resguardo y cautela de todos los elementos, armas y municiones, que se encuentran en Balística. Además, requirieron que se realice un exhaustivo relevamiento de los mismo.

Un arsenal fuera de lugar

El miércoles por la tarde, la Agencia de Investigación Criminal allanó un «aguantadero» en zona de Garzón 900 Bis. Durante el procedimiento detuvieron a una mujer de 45 años y a su hijo de 20 y fueron secuestradas 11 pistolas, algunas de gran calibre y una con mira láser, y 107 municiones.

La orden de allanamiento fue expedida tras diversas tareas de investigación que revelaban que en ese lugar se almacenaban armas de fuego utilizadas en diversos hechos violentos, como balaceras, extorsiones e intimidación pública.

Grande fue la sorpresa de los investigadores cuando, al realizar el relevamiento del material secuestrado, se encontraron con que parte de ese armamento ya había sido cautelados en operativos anteriores y que debían estar a resguardo, bajo custodia, en la Sección Balística de la Región 2.

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