MIéRCOLES, 27 DE NOV

Puerperio y sexualidad: exigencias, miedos y un cuerpo que no es el mismo

“El varón que exige el retorno del encuentro sexual es un varón que no está implicado en los cuidados diarios del bebé”, le dijo a Conclusión la psicóloga y sexóloga clínica Carina Garnica. Una profunda charla que intentará concientizar sobre la importancia de la buena comunicación en las parejas.

Por Gisela Gentile

En el puerperio sucederán un sinfín de situaciones, la llegada de un hijo modificará por completo la vida que hasta ese momento conocíamos. Cansancio, hartazgo, sensaciones encontradas de felicidad y tristeza serán, algunas de las emociones y sentimientos que irán apareciendo, por lo cual el acompañamiento de la pareja, la comunicación y la escucha, serán claves.

La sexualidad forma parte de nuestras vidas, por lo cual también se verá atravesada por este estallido de sentimientos que irán apareciendo antes y luego de parir. Es necesario romper con los tabúes de la sexualidad en el embarazo y luego del nacimiento, los tiempos del puerperio al igual que el deseo de retomar las relaciones sexuales, dependerá de cada mujer e irá variando según el contexto de cada pareja. Lo que no se modificará, será la necesidad de que las parejas estén informadas y empoderadas para comprender los cambios que irán experimentando.

Conclusión entrevistó a la psicóloga y sexóloga clínica Carina Garnica con la finalidad de conocer en profundidad cuáles serán los cambios que irán atravesando, tanto la mujer y su pareja en torno a la sexualidad, en esta etapa tan crucial de la vida. “Además de los medios anticonceptivos durante la lactancia, en los encuentros, dialogamos sobre los cambios que pueden aparecer en la sexualidad. Con la idea de prevenir situaciones, que las parejas no se asusten y pedir ayuda si es necesaria”.

Un abanico de posibilidades es probable en esta nueva etapa en la pareja. “No hay cambios solo en la madre, sino que también podrían ocurrirle cosas al padre. El deseo de la madre generalmente tarda en recuperarse, por estar ligado directamente a una baja de estrógenos y a la prolactina que está alta si están amamantado. Estas situaciones son muy comunes, y en cada mujer variará el período de tiempo para que se instaure nuevamente el deseo. Los cambios pueden ser muchos e incide también por ejemplo si el médico realizó episiotomía, lo cual podría acarrear un malestar o dolor a la hora de la penetración. Por ello siempre recomiendo el uso de lubricantes, que no escatimen en eso cuando se retome la actividad sexual”.

A modo de prevención, también es importante remarcar que el hombre puede encontrarse con cambios en torno a la actividad sexual. “El papá puede encontrase con una eyaculación rápida, producto de que el encuentro se demoró en días, semanas o meses. Destacando que el padre también podría encontrarse con dificultades con el deseo sexual, que, si bien no es tan común en el varón, podría suceder. La idea de la prevención e información está apuntada para que puedan atravesar esta etapa juntos y estar atentos a que estas situaciones pueden ocurrir, y si pasa, es interesante saber cómo abordarlo y cómo pedir ayuda si es necesario”.

Juntos es mejor

La presencia de la pareja no es solamente importante al momento del parto sino también en el proceso de preparación. “Es importante que la escucha sea de a dos cuando hablamos de todo lo que tenga que ver con la prevención y con los posibles cambios que puedan ocurrir. No sólo es importante que la pareja esté activa en el proceso del parto, acompañando, ayudando a pujar, a respirar, etc. Sino que es destacable también que la pareja conozca y esté informada. Por ejemplo, es necesario que sepa que la libido de la mujer va a estar baja, que no podrá <buscarla sexualmente> como antes”.

Se han modificado de manera significativa todas las estructuras, por lo cual la sexóloga propone un cambio en torno a como transitar la sexualidad. “Siempre hago hincapié en hablar de un todo y no circunscribirse a la genitalidad. Es decir, los besos, las caricias, mucho preámbulo, juego en sí mismo, no ese juego con la intención de que luego termine en coito. En la medida que el varón sabe eso, conoce que es normal el descenso de deseo luego del nacimiento, puede acompañar porque está informado”.

En la actualidad, y cada vez con mayor frecuencia, podemos percibir que el modelo clásico de familia se ha modificado, para que emerjan nuevas construcciones de familias diversas. “En muchas oportunidades no encontramos a un papá acompañando a esa mujer, sino que es una pareja que está constituida por dos mamás. En este caso, más allá de que hablamos de dos mujeres que podrían tener más empatía con la mujer que ha parido, es igual de necesario que ambas estén informadas. Que sepan de esos cambios que podrían ocurrir, porque, aunque sean dos mujeres una tendrá descenso de estrógenos y otra no, etc. Destacando también que en parejas donde exista una muy buena comunicación y comunión, independientemente del sexo, sienten parecido. Es como si tuvieran síntomas parecidos, aunque físicamente no es quien esté embarazado/a”.

El deseo: la vida sexual antes de formar una familia

La subjetividad que atraviesa ese deseo, es muy distinta en cada mujer. “Todo dependerá de si fue un parto vaginal o cesárea, si tuvo episiotomía, si está amamantando o no, y tendrá que ver mucho cómo era la vida sexual antes de ese nacimiento. Muchas veces la misma es de muy baja calidad, aun antes de la búsqueda del embarazo. Pudiendo observar lo que ocurre en aquellas parejas que no pueden lograrlo, que lo buscan con asistencia de la tecnología y de repente tienen muy bajas relaciones sexuales, por lo cual el pronóstico del deseo de esa pareja será bastante reservado. Cuando el deseo era escueto antes del embarazo, probablemente luego del nacimiento será más escueto aún”.

Diversas situaciones comenzarán a aparecer en una vida en donde todo se verá modificado. “Si a veces su pareja la buscaba y no tenía deseos, ahora el bebé en el medio de la cama puede ser una excusa válida para encubrir una problemática que venía de antes y que no fue tratada. El deseo es un abanico de posibilidades, en donde el deseo de cada una, la comunicación, la sexualidad anterior, entrarán en esa subjetividad”.

Un nuevo cuerpo que habitar

Se van a dar cambios físicos y hormonales, por lo cual el saberlo de antemano traerá un poco más de certezas en tiempos tan difíciles como el puerperio. “Sequedad vaginal, mamas turgentes, sentirse cansada, la adaptación a la nueva situación con el bebé en casa, la leche que sale sola, son algunos puntos que no hacen a un escenario en donde la mujer se pueda sentir en una postura sexy. Muchas veces quedan kilos de más, el cuerpo cambia y realmente se le hace cuesta arriba a la mujer sentirse sexy, si de repente están teniendo un encuentro y chorrea la leche, por ello es importantísimo la comunicación y acompañamiento de la pareja. Siempre haciendo hincapié mucho en estimular ese dejo de deseo que pueda haber en algún lado, con contención, apoyo, acompañando parejo las actividades. Con esto hago referencia a hacerse cargo del bebé, eso activa también el deseo sexual, y aquí no hablamos de coito propiamente dicho sino de juego, erotismo y dejar que ese deseo transite”.

Poder encontrar intimidad, brindará la posibilidad de hallar ese espacio de encuentro. “Es interesante poder pedir ayuda a algún familiar para poder encontrar ese espacio de privacidad, porque si no la rutina y el cansancio los pasa por encima. Lo veo en pacientes que si bien ya han pasado el puerperio, no se hacen tiempo para estar en pareja. En muchas oportunidades les sugiero que pongan llave en la puerta, porque en muchos casos la mamá está con los sentidos puestos en ese bebe o niño, en esa demanda que no permite que puedan conectarse del todo. Cuando hablamos de intimidad, no sólo hablamos del espacio físico, sino también del tiempo de encontrarse, charlar, compartir el cómo se sienten”.

La cultura patriarcal de la demanda

“El varón que exige el retorno del encuentro sexual, es un varón que no está implicado en los cuidados diarios del bebé, que no está sobre los hombros de él, el desgaste que conlleva criar. El varón que demanda ese retorno sexual, fundamentalmente al coito, está pensando en sí mismo, sin estar impregnado en lo que sucede a su alrededor. No olvidemos que el varón también siente cambios, hay varones que hasta llegan a tener disfunción eréctil, porque no pueden tener acercamiento si ven el bebé ahí, esas variaciones de la responsabilidad tienen implicancia.

Puede haber varones que no se informen, que exijan, o que no lo saben llevar. No olvidemos que la cultura patriarcal hace que el varón crea que puede hacer mil y una maravillas con su pene en erección. Y sin embargo para que la mujer pueda ser receptora de ese pene tiene que estar estimulada desde su cerebro, es decir, cuidada y escuchada, y no que la acaricien y la besen porque va a tener un coito. En esta cultura es muy normal que el varón vaya directamente concretar, y cuando la mujer asocia <me toca> porque quiere un encuentro, automáticamente ésta se cierra. Esto no sólo ocurre en el puerperio, sino que se exacerba en esta etapa”.

El varón de por sí desconoce la respuesta sexual de la mujer. “Desconoce los tiempos, cree que ella va a llegar al orgasmo o tiene que llegar durante el coito. O de repente si él tardó cinco minutos en eyacular, le pregunta cómo no llegó. O sea, esta impronta es una cosa más que el varón desconoce de la respuesta sexual de la mujer, que, para concretar ese deseo, debe encenderse durante el día”.

Los miedos del después

Un mundo de posibilidades se abrirá luego de ese nacimiento y los temores pueden ganar terreno. “Puede aparecer los miedos al dolor por episiotomía o falta de lubricación, miedo a un nuevo embarazo, sumados a la falta de sueño, cansancio, al ver ese cuerpo que ya no es el mismo, por lo cual todo esto va inhibiendo. Si había un dejo de deseo, esto puede hacer que no se explaye, por ello siempre les sugiero que charlen, sigan con sus acercamientos de besos y abrazos, aunque no termine en un encuentro sexual. Y si pasan muchos meses, no se dejen estar, y consulten con personas formadas en sexología”.

Sería interesantes que existe una apertura desde los mismos profesionales de la salud en torno a la sexualidad. “Los mismos ginecólogos que hacen el seguimiento, luego del obstetra. Es importante que los médicos se sensibilicen con el tema y puedan recomendar a las personas a una psicoterapia sexual. Es decir, no solo es importante el acompañamiento de la pareja, sino de que el médico contemple la necesidad de una derivación. Muchas veces no preguntan por la sexualidad porque no están preparados para abordarlo, por eso la importancia de la derivación a un psicólogo formado en sexología clínica”, concluyó.

Podés encontrar a  la sexóloga en Instagram: @doctorage

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