SáBADO, 30 DE NOV

El Partido de La Costa transita una temporada muy pobre esperando una reactivación

Con una ocupación del 30% en las casas de alquiler, y un 20% en el sector hotelero, el sector que trabaja del turismo exterioriza una gran preocupación. “Estamos viviendo una temporada atípica, trabajando casi a pérdida, solo brindando servicios”, sostuvo Rubén D’Andrea, habitante de san Bernardo y agente inmobiliario del pueblo y zonas aledañas.

Por Gisela Gentile  

En la Costa Atlántica, como en gran parte del país, se está viviendo un verano completamente atípico que podría compararse con aquel del 2001, que fue sin dudas muy malo por haber estado transcurriendo una de las crisis más emblemáticas que sufrió la Argentina.

Para diciembre del 2020 se esperaban cifras más favorables en torno a los infectados con el virus Covid-19, pero los números no fueron los que esperábamos. Y tras un año terriblemente particular en donde la salud mundial estuvo en jaque, y los bolsillos de los argentinos se vieron afectados por la crisis económica, se estimaba que con la temporada de verano el sector de turismo, unos de los más golpeados por la pandemia, levantaría cabeza.

Lamentablemente nada de esto sucedió, ya que la incertidumbre del viajero, sumada a la abominable campaña de desinformación que circuló a principios de año en donde se rumoreaba el cierre total de la temporada, articularon para que la actualidad veraniega se vea golpeada de sobremanera. Situación que llevó a muchas personas a dar de baja sus reservas.

Los números nos son alentadores, pero la voluntad de aquellos que trabajan en la temporada de verano sigue intacta. Protocolos, nuevas normas y restricciones, son algunas de las postales de estas vacaciones poco usuales. Debido a que ha culminado la primera quincena de enero, Conclusión dialogó con Rubén D’Andrea, habitante de San Bernardo y agente inmobiliario del pueblo y zonas aledañas, para conocer el balance de estos primeros 15 días. “Estamos transcurriendo una temporada atípica, empezó el 1 de diciembre en donde hubo muy poquita gente. Luego comenzamos a ver un poco más de circulación en la segunda semana de ese mes, dejando un espacio donde no hubo movimiento hasta enero”.

Los números de esta temporada singular, son realmente alarmantes. “Calculamos que estamos a un 30-35% y la hotelería está hablando de una cifra aún menor de ocupación que ronda el 20 %”, sostuvo.

Hay poca gente si calculamos que de ese 30% de ocupación un 10-12% son propietarios que decidieron no alquilar sus casas y vacacionar ellos

Si bien los números son desoladores, al día de hoy la localidad de san Bernardo cuenta con 80% de sus comercios abiertos. “Estamos trabajando todos con muchas restricciones y protocolos, haciendo hincapié en la necesidad de cuidarnos. Notamos que la gente respeta mucho el distanciamiento social, circulan con sus barbijos casi el 90 %, pudiendo observar que las personas están muy cuidadosas en ese sentido”.

En torno al público que se acercó a veranear a las playas de San Bernardo, D’andrea sostuvo que “hemos visto mucha gente mayor y familias con chicos chiquitos, no así tanta juventud como otros años. Las playas están muy cuidadas y bonitas, esto ha ido creciendo mucho en infraestructura pese a la pandemia. Lamentablemente nos azotaron dos temporales de lluvia muy complicados que nos anegaron por todos lados, pero ya lo hemos podido superar”.

Si bien las ganas de concretar una buena temporada están intactas, los habitantes de la Costa Atlántica saben que el día a día no es sencillo. “Vamos a seguir luchando en esta temporada tan atípica, esperando que podamos seguir trabajando y que la gente siga manteniendo los cuidados como hasta ahora. En torno a los números es una temporada muy pobre, hay poca gente si calculamos que de ese 30% de ocupación un 10-12% son propietarios que decidieron no alquilar sus casas y vacacionar ellos”.

La presión de los medios hegemónicos de comunicación fue muy fuerte, y ante la posibilidad de cierres se generaron incertidumbres. “Eso fue de alto impacto para nosotros, tuvo que salir el gobernador para decir que la temporada seguía y eso reflotó un poco las intenciones de vacacionar. Estamos transcurriendo una temporada muy pero muy pobre, pudiendo decir que casi todos estamos trabajando a pérdida, nada más que brindando servicios”.

El tema de que Capital haya exigido el mismo en el radio de más de 150 km ha sido una complicación

En torno a las fiestas clandestinas que se pudieron observar en otros puntos de veraneo, D’Andrea sostuvo que “acá no hubo ninguna fiesta, eso fue un tema de Pinamar, lamentablemente sabemos cómo trabajan muchas veces los medios de comunicación, lo pasan una y otra vez, pero no es lo que pasa siempre”.

A la hora de enumerar otros puntos que han influido en la poca afluencia de gente, los hisopados han tomado un rol protagónico. “El tema de que Capital haya exigido el mismo en el radio de más de 150 km ha sido una complicación, es decir una persona que viene a vacacionar  a la costa, necesita volver a Capital Federal y cuando va a CABA, se tiene que hisopar, pero una persona que estuvo a un radio de 150 km no. Un tema muy complejo de manejar que lamentablemente nos encuentra con muchas piedras en el camino para poder  lograr una buena temporada. La provincia y sus intendentes están luchando a mano partida para tratar de sacar esto adelante”.

Para tranquilidad de sus habitantes y visitantes, San Bernardo cuenta con una infraestructura sólida de asistencia en salud. “Acá se hizo un hospital móvil que ocupa casi toda una manzana que va a aquedar seguramente en el pueblo, es decir que estamos preparados para esperar a más gente de la que hoy elige nuestras playas”.

Para culminar, Rubén D’Andrea dejó una última reflexión para aquellos que tengan intenciones de visitar la Costa Atlántica. “Cuando te bajes del auto sácate la aceleración que traes, no tomes las calles como autopistas, despójate de tus problemas y todos tus prejuicios adquiridos, camina en el pueblo, contempla el entorno, habla con su gente, observa el comportamiento de las aves, respeta su hábitat, disfruta el sonido del bosque y el mar, que tus ruidos no sean más fuertes que lo de la naturaleza, no te olvides de los buen día y los hasta luego. Habla con tus vecinos, mantenete atento de lo que tienen para contarte, cambiemos el <yo ya conozco> por el <yo ya estuve> y viví nuevas experiencias. Involúcrate aunque sea un par de horas en la vidas de estos pueblos, eso te asegurará volver a casa con una porción de cotidianeidad, todo ello quizás te ayude a comprender la otra cara de la vida. Estamos todos viviendo un verano especial, te cuidamos y nos cuidamos, por eso te pedimos por favor usa el tapabocas, mantené la distancia, higienizá tus manos, no compartas mates ni bebidas, concluyó”.

 

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