MIéRCOLES, 27 DE NOV

El futsal de Unión Americana crece día a día y sueña con la cancha propia

El futsal del club Unión Americana sigue creciendo y necesita de un nuevo espacio físico para cubrir las expectativas de los 250 jugadores de diferentes edades. A partir de un proyecto de ley de Giustiniani (obtuvo media sanción en Diputados de la provincia), la institución rojiblanca pretende darle vida a un terreno desocupado de zona oeste.

El futsal del club Unión Americana sigue creciendo y necesita de un nuevo espacio físico para cubrir las expectativas de los 250 jugadores de diferentes edades. A partir de un proyecto de ley de Giustiniani (obtuvo media sanción en Diputados de la provincia), la institución rojiblanca pretende darle vida a un terreno desocupado de zona oeste.

Tomás Milano, miembro de la subcomisión de futsal de Americana dialogó con Conclusión y se refirió a la búsqueda de un nuevo terreno: «El club necesita contar con un nuevo espacio por dos grandes fundamentos: el crecimiento del futsal en el club y no podemos organizar los entrenamientos en una sola cancha en la sede de Fisherton. Y otra es que la cancha del club no tiene las medidas reglamentarias (40 metros x 20 metros) que establece la Rosarina, por ende hace cinco o seis años que venimos alquilando diferentes predios (Río Negro y el colegio de Los Arroyos)».

«Es un gasto mensual que el club tenía, sumado a la falta de sentido de pertenencia, era un lugar alquilado que perdía la esencia de lo barrial, ya que ambos predios eran lejanos al club», aseguró.

Milano también contó cómo surgió la idea de agrandarse: «A partir de la gestión de la subcomisión del futsal, integrada por jugadores del club y empezamos a hablar con diferentes espacios políticos tanto de la ciudad como de la provincia, iniciamos conversaciones con el diputado provinicial Rubén Giustiniani. Y le dijimos sobre un terreno de República y Tarragona, que es de vialidad provincial que no tiene un uso, hay chatarra de policía y un taller mecánico del comando radioeléctrico».

«El diputado nos dijo que podía ser posible, presentó un proyecto de ley en la Cámara de Diputados en octubre del año pasado, el proyecto tuvo la media sanción en Diputados y estamos esperando la aprobación del Senado, todavía no sabemos bien cuando se va a tratar», dijo.

De esta manera, la utilización del predio por parte de Americana va cambiarle la cara a una esquina olvidada de la zona oeste. Tendrá mucho movimiento por la constante entrada y salida de gente del club, un terreno que estará limpio y con imagen renovada.

Hay chances de conseguir el lugar y los dirigentes de la subcomisión ya tienen pensado los pasos a seguir: «La obra está proyectada y planeada, con la realización de un playón, la realización de la cancha en sí, la colocación de las luces, elevar los arcos perimetrales y la posibilidad de hacer vestuarios, para que la cancha esté definitivamente habilitada».

«La situación económica de todo club de barrio no permite la obra, pero ya estamos gestionando donaciones tanto privadas como subsidios estatales, tanto de la ciudad como de la provincia», aseguró.

Milano se entusiasma y la proyección de la disciplina exige un mayor esfuerzo: «Esta situación exhibe el gran crecimiento deportivo de la institución, en un 95% del futsal, que es el deporte representativo del club por excelencia, que ha puesto el nombre de Unión Americana en lo más alto de la ciudad, peleando torneos nacional. Pero también se da la acumulación con otras disciplinas recreativas, como tela o patín, que nos quita espacio para el entrenamiento del futsal».

«Hoy por hoy, el futsal cuenta con 250 jugadores, entre hombres y mujeres, desde los 4 años hasta los 35, lo que obliga a la necesidad de más de un espacio», contó.

 

 

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