MIéRCOLES, 27 DE NOV

La vuelta carnero del marxismo: la patria ya no es la patria

Al fracasar la realización del internacionalismo comunista hoy la idea de patria va dejando de pertenecer a los nacionalistas para ser enarbolada por los progresistas. Las diferentes izquierdas, ante el coronavirus, utilizan todo el poder estatal posible, mientras que el nacionalismo, en sus diferentes variantes, se queja de la invasión totalitaria sobre las personas obligándolas a estar en sus casas. Por Alberto Buela.

Por Alberto Buela

Caída la Unión Soviética, con ella cae el internacionalismo comunista y el marxismo comienza a esbozar su proyecto de progresismo socialista dentro de las naciones. Al fracasar la realización del internacionalismo comunista hoy la idea de patria va dejando de pertenecer a los nacionalistas para ser enarbolada por los progresistas. Las diferentes izquierdas, ante el coronavirus, utilizan todo el poder estatal posible, mientras que el nacionalismo, en sus diferentes variantes, se queja de la invasión totalitaria sobre las personas obligándolas a estar en sus casas.

Es llamativo este ida y vuelta del mundo de las ideas. Los que antaño creían en un nacionalismo fuerte, un nacionalismo de Estado, son críticos al poder de ese Estado, mientras los marxistas, críticos históricos del Estado liberal capitalista, utilizan y afirman el poder de dicho Estado. Hoy el kirchnerismo en Argentina, se nuclea en una fundación que se llama “Patria”, mientras que el nacionalismo peronista se queda sin pueblo y sin Patria. A lo más que llegan es solo a putear. En España parece que, los mejores de entre ellos, se denominan patriotas evitando así que les roben un término, pero dejan la denominación de nacionalistas a los separatistas y a la izquierda.

Hace unos días recibí un mensaje del muy buen investigador en ciencias políticas, Sergio Castaño: un video de Trump en defensa del patriotismo para enfrentar al globalismo con la leyenda “comparto su patriotismo no su gobierno”. Está perfecto, el profesor Castaño se dio cuenta, pero la inmensa mayoría no. ¿Qué está sucediendo? Trump, Bolsonaro, Putin, son patriotas, pero no nos convencen. Es que la idea de patria sufrió una transformación profunda en el siglo XXI. Dejó de ser la tierra de los padres. En principio los gobiernos europeos no la defienden pues de lo contrario tendrían que rechazar la gran inmigración arabo-musulmana que padecen, cosa que no hacen, a lo que se suma el giro del marxismo en el apoderamiento de esa idea. La patria hoy es la recreación ideológica que se hace de ella. De la misma manera como los pueblos dejaron de ser las mayorías populares en torno a un ethos común para ser transformados minorías con derecho absolutos por sobre las mayorías. El pueblo fue transformado en muchos pueblos, es decir, dejó de ser pueblo. Se cumplió la tesis del marxista Ernesto Laclau en la Razón populista, quien al no tener pueblo- siempre fue antiperonista- inventó muchos pueblos.

¿Qué nos está permitido esperar? Del marxismo a través del esloveno Zizek un nuevo comunismo, más humano y más comunitario; del liberalismo a través del coreano Han una mayor opresión de los Estados sobre el individuo y, del nacionalismo nada, porque se dejó robar la idea de Patria. ¡A llorar a la Iglesia!

Fuente: Geopolitica.ru

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