MIéRCOLES, 27 DE NOV

Recuerdo de Don Bosco, en el bicentenario de su nacimiento

El 15 de Agosto de 1815 nacía Juan Melchor Bosco, el fundador de la Congregación Salesiana. Sacerdote, escritor y educador, desarrolló un sistema pedagógico para niños y jóvenes conocido como Sistema Preventivo.

Nacido en Italia, en muy  duras condiciones de pobreza, tuvo que luchar  con férrea voluntad para ordenarse  sacerdote y salir adelante en una familia que lo requería para trabajar en el campo y que se oponía a su vocación espiritual. Fue la tenacidad de su carácter y el único apoyo de su madre,  lo que le posibilitó ir a la escuela, estudiar y luego ordenarse sacerdote a los 26 años.

Don Bosco, criticado por sus contempóraneos, tuvo que enfrentarse a la sospecha y antipatía por su inclinación a predicar y convivir entre  niños y jóvenes que padecían  condiciones  de extrema pobreza, con quienes se sentía identificado,  y a quienes  dedicaba su tiempo el Oratorio de Don Bosco. Allí les enseñaba el catecismo y les impartía lecciones,  sin dejarse apabullar por las críticas y el escarnio social.

En poco tiempo, el Oratorio se convirtió en un espacio en el cual  los muchachos podían aprender un oficio útil, asistir a los sacramentos y tener un patio para jugar con los amigos. Desde el principio Don Bosco puso en el centro de su obra,  la figura de San Francisco de Sales como modelo a seguir.

Visitaba las fábricas en las que trabajaban sus discípulos,  para garantizar que  no fueran víctimas de explotación, buscaba trabajos dignos para muchos de ellos, haciendo  que los empleadores firmaran con él tratados que garantizaran sus derechos,  anticipándose así a la legislación laboral internacional, y solía realizar retiros espirituales  para jóvenes obreros.

Impartía clases con gran exigencia, insistiendo en obtener una alta calidad educativa para cada uno de los muchachos que allí asistía.

Más tarde, el sistema educativo desarrollado por Juan Melchor, considerado “padre y maestro de la juventud”,  tomaría el nombre de Sistema Preventivo, adoptado por todos los colegios salesianos, pero también observado por quienes trabajan con niños, adolescentes y jóvenes en zonas de vulnerabilidad social y extrema pobreza.

La base de la racionalidad educativa para Don Bosco está en su confianza en la bondad de los chicos y en su apertura a la verdad. Los jóvenes pobres y en dificultades necesitan que el educador crea en sus fuerzas interiores positivas para ayudar a potenciarlas y hacerles cada vez más sujetos activos, críticos y creativos en los procesos educativos, sociales y culturales que deben vivir.

El Sistema Preventivo es fundamentalmente,  una comunidad educativa, que sabe encarnar sus valores y hacer camino con los jóvenes, y mediante su testimonio, su cercanía y diálogo, sus vivencias, interpelaciones y propuestas, es para ellos,  punto de referencia y modelo de identificación.

Preocupado por la continuidad de su misión y su obra, Juan Melchor decide, en 1859, fundar, en el Oratorio, la Pía Sociedad de San Francisco de Sales, que, originalmente, contaba con 17 miembros.

Su  legado, hoy, más vigente que nunca, ha abierto camino a miles de niños a partir de comprender «su propia realidad como la mejor herramienta pedagógica, de la mano del amor.  Los niños no sólo deben ser amados, sino sentir que lo son”

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