SáBADO, 30 DE NOV

La mayoría de personas en situación de pobreza crónica residen en el conurbano y en la región pampeana

En el conurbano bonaerense habita el 24% del total de las personas consideradas en situación de pobreza crónica, mientras que en la región pampeana reside otro 24%.

Las personas que se encuentran en situación de pobreza crónica -estimadas en alrededor del 10% de la población total de la Argentina- residen de manera mayoritaria en el conurbano bonaerense, otros distritos de la región pampeana y ciudades del noroeste y el norte argentino.

Así lo expresa un informe elaborado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas) y la Universidad Católica Argentina (UCA).

Los datos forman parte del «Mapa de la pobreza crónica en Argentina», una plataforma digital que apunta a identificar la incidencia de la pobreza crónica en cada provincia, departamento y radio censal tanto en términos absolutos como respecto de las poblaciones de cada área geográfica.

En base a este relevamiento, en el conurbano bonaerense habita el 24% del total de las personas consideradas en situación de pobreza crónica, en la región Pampeana (excluyendo al conurbano), otro 24%; en el NEA un 22%; en el NOA 19%; Cuyo, 8%; la Patagonia, 2%; y en la ciudad de Buenos Aires un 1%».

De esta forma, casi la mitad de las personas en situación de pobreza crónica -categoría que engloba personas y hogares con muy bajas chances de superar un umbral de pobreza, aun bajo condiciones económicas favorables- residen en el conurbano o en provincias de la zona pampeana, en sintonía con la cantidad de habitantes de esas regiones.

«Una estrategia de reducción de la pobreza crónica debe contar con un diagnóstico preciso. Cippec, PNUD, ODSA-UCA y Cedlas-UNLP desarrollaron este mapa con el que se puede saber en qué territorios la incidencia de la pobreza crónica es mayor. Esto permitirá afinar detalles de implementación de políticas públicas para priorizar estas zonas», dijo Gala Díaz Langou, directora de Protección Social de Cippec.

Una estrategia general de reducción de la pobreza debe incluir políticas macroeconómicas que favorezcan el crecimiento con estabilidad, pero también políticas laborales, de protección social, educativas, habitacionales y de hábitat, entre otras, coincidieron las entidades que llevaron adelante las entidades que participaron del relevamiento.

En ese marco, el Cippec propuso una serie de medidas que se estructuran en cuatro grandes grupos, en la que el primero está conformado por las políticas necesarias para mitigar los efectos de la crisis económica actual; el segundo refiere a las políticas en las cuales se debe invertir hoy para desactivar la reproducción intergeneracional de la pobreza crónica; el tercero comprende acciones para mejorar las condiciones de trabajo; y el último establece mecanismos para asegurar los recursos para llevar a cabo estas acciones y su sostenibilidad.

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