LUNES, 02 DE DIC

Vigilia permanente: el BAUEN sigue resistiendo

Junto a los trabajadores del hotel se ven amenazados otros 70 integrantes de las cuatro cooperativas que funcionan en el edificio y conforman el Espacio Cooperativo BAUEN.

Los trabajadores del espacio cooperativo BAUEN afrontan la amenaza de desalojo más firme que los ha acechado. Con el apoyo de sindicatos, políticos, periodistas e integrantes de distintos colectivos militantes del país, los cooperativistas se encuentran en una vigilia permanente.

En 2007, 2012, 2014 y 2017, situaciones similares pusieron en jaque a los 100 puestos laborales de las personas que actualmente trabajan en el hotel de la cooperativa. En todas aquellas oportunidades, la resistencia se impuso a la avanzada judicial. Aún así, esta vez el desafío se presenta mayor. La comunidad inició este lunes una jornada cultural para resistir en unidad la orden de desalojo de la jueza Paula Hualde.

Junto a los trabajadores del hotel se ven amenazados otros 70 integrantes de las cuatro cooperativas que funcionan en el edificio y conforman el Espacio Cooperativo BAUEN. Estas son: las redacciones de La Garganta Poderosa y Revista Cítrica, la cooperativa de artistas El Descubridor y el almacén del Movimiento Popular La Dignidad.

Pero ante la posibilidad de que todos estos espacios se vean vulnerados por la codicia empresaria y la complicidad político-judicial, la solidaridad escaló. La vigilia permanente, que comenzó el viernes pasado con una cena solidaria de la que participaron más de 600 personas, contará con música y teatro en vivo, además de mesas debate y proyección de documentales.

La orden de desalojo deviene de un reclamo generado por Mercoteles S.A, empresa perteneciente al grupo BAUEN, que construyó el edificio con un crédito impago a la ex Banade, otorgado por la dictadura cívico-militar para ampliar la oferta hotelera del Mundial 78, dinero público que nunca fue devuelto al Estado Nacional. En diciembre de 2001, los mismos empresarios que recibieron esos fondos provocaron el cierre del hotel, dejando a todos los trabajadores en la calle y abandonando las instalaciones, detalla con precisión el portal InfoGremiales.

Entre los que se acercaron a apoyar a los trabajadores del BAUEN estuvieron Nora Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora), Gisela Cardozo (APDH), el bancario Sergio Palazzo, el secretario General de la CTA de los Trabajadores Hugo Yasky, el líder del Suteba Roberto Baradel, el titular de UTE Eduardo López, el estatal porteño Daniel «Tano» Catalano, el gráfico Héctor «Gringo» Amichetti, el referente de la CTEP Capital Rafael Klejzer, los Metrodelegados Roberto Beto Pianelli y Virgina Bouvet, el periodista Diego Pietrafesa, el aeronáutico Edgardo Llano, los dirigentes de la CNCT Christian Miño y Joaquín Fernández (CNCT) y los dirigentes políticos Juan Carlos Junio, Gabriel Solano, Vilma Ripoll y Celeste Fierro (MST) y Juan Marino (Partido Piquetero).

Desde 2003 -cuando el hotel fue recuperado por ex empleados- el lugar es una empresa gestionada por sus trabajadores.

Cabe destacar el aval político a este accionar judicial, ya que esta nueva embestida contra los trabajadores del BAUEN se da luego del veto del presidente Mauricio Macri a la ley de expropiación votada por amplia mayoría por el Congreso nacional en 2016.

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