MIéRCOLES, 27 DE NOV

Incertidumbre: se reglamentó la importación de basura en nuestro país

Finalmente el decreto 591/2109 que permite el ingreso de residuos de otros países es un hecho. Existe un gran temor por las sustancias y objetos que puedan llegar, y las deficiencias en el control de los mismos. Cecilia Bianco y Mirko Moskat, integrantes del Taller Ecologista, brindaron su opinión en diálogo con Conclusión.

Por Alejandro Maidana

El Boletín Oficial del gobierno de Mauricio Macri se encargó de notificar que ha culminado el proceso administrativo legal por el cual no sólo se permite la “introducción e importación definitiva o temporal al territorio”, sino también el tránsito de “residuos que tengan por destino un tercer país”.

Sin lugar a dudas una noticia para nada grata y plagada de interrogantes, ya que el decreto 521/2019 genera más incertidumbre que afirmaciones positivas en torno a esta actividad. Los residuos que podrán importarse son divididos en chatarra ferrosa y no ferrosa, rezagos de papel y cartón, vidrio roto, casco, cascote y rezagos plásticos. La autoridad de control, según establece la normativa, estará en manos del Ministerio de Producción.

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Cabe destacar que la norma no incluye ningún listado de sustancias y objetos prohibidos asumiendo, erróneamente, que este déficit será cubierto por la ley Nacional de Residuos Peligrosos 24.051 y sus reglamentos. La 24.051 solo se refiere a residuos peligrosos, no cubre ni remotamente todas las sustancias y objetos que pudieran ser candidatos a ingresar al país. La antigua norma sí contenía un listado orientativo aunque incompleto.

Un panorama sumamente preocupante que se agiganta si tomamos como referencia que nuestro país, aún se encuentra lejos de encontrar una gestión sustentable y consciente en el tratamiento de residuos generados internamente. A esto habría que sumarle la enorme alerta mundial en torno a la contaminación por plásticos, algo que lejos de ser controlado, avanza de manera sostenida convirtiéndose en una de las mayores problemáticas.

Otro punto de suma importancia, es que el ingreso de residuos al país se hará sin certificado de inocuidad sanitaria y ambiental, en otras palabras, no existe ninguna garantía de qué clase de residuos llegarán ¿Cómo confiar en los controles? ¿Será esta la apertura al mundo de la que tanto nos hablaron?

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Mirko Moskat integra el Taller Ecologista de la ciudad de Rosario, hace tiempo viene trabajando sobre la gestión de residuos en nuestra ciudad, por ello Conclusión mantuvo una necesaria charla con él. “No se necesita importar basura, en primer lugar debiéramos avanzar con la gestión de los residuos en el país, que hoy en día el 90% está terminando en rellenos sanitarios o en basurales”, indicó.

La importación de residuos fue ofrecida como una gran <oportunidad> para la reactivación de ciertos sectores industriales. “Se sostiene que hay sectores industriales a los que les vendría bien ciertos tipos de residuos para sus procesos, avancemos primero a gestionar correctamente los que producimos en el país, ya que esa es una deuda pendiente de larga data”.

Los plásticos, una amenaza que debe preocuparnos a todos. “Sin dudas es una amenaza muy concreta, por un lado la crisis por contaminación, y por otro, la problemática por el comercio global de plásticos. Hasta el año 2017 inclusive, China era el principal importador de plásticos del mundo, en especial de los que venían de Estados Unidos y Europa, al cerrar este país sus fronteras con furiosas restricciones, los residuos plásticos comienzan a desembarcar en el sudeste asiático, sufriendo éste severas problemáticas sanitarias devolviendo en muchas oportunidades cargamentos completos de residuos”, enfatizó Moskat.

Antecedentes para nada alentadores que evidentemente no han sido tenidos en cuenta, “existe un fundamentado temor que Argentina se convierta en un receptor global de plásticos tanto de Estados Unidos como Europa. Supongamos que después se termine importando residuos que efectivamente puedan llegar a ser útiles para algún sector productivo, nosotros entendemos que esto afecta claramente al trabajo de quienes proveen residuos, pero en especial de los cartoneros. Los sectores más vulnerables se van a ver perjudicados, ya que el precio que se paga en el mercado doméstico, va a bajar considerablemente”.

Por último, el integrante del área Residuos del Taller Ecologista indicó: “En torno a esta importación también se nos plantea una duda tanto en el procedimiento como en el control de residuos peligrosos. Es preciso aclarar que el decreto no dice mucho sobre este punto, siendo que el mismo es sumamente importante”.

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Haciendo hincapié en lo confusa y poca clara que resulta esta norma en torno a los residuos peligrosos, Cecilia Bianco, quién participa activamente en el área Tóxicos del Taller Ecologista disparó: “El nuevo decreto se hace en el marco de los residuos peligrosos, aunque no se mencione en el articulado a la ley 24.051, ya que modifica el viejo decreto que caduca porque aún no estaba reglamentada dicha ley”.

El actual decreto es regresivo, algo que lo podría dejar al borde de lo inconstitucional. “Lo que se observa es que el decreto anterior, el 181/92, daba una lista de residuos, desechos o desperdicios que no podían ingresar. Nunca perdiendo de vista que son residuos, lo enuncian o dan detalles de cómo deben eliminarse”.

El actual decreto, el 591/2019, deja de lado el concepto de residuos cuando le encuentran alguna utilidad. Otra duda que se consolida, está en que el listado del decreto 181 desaparece, no son normas para nada claras y esto genera muchísima incertidumbre”, concluyó Bianco.

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