SáBADO, 30 DE NOV

Arranca la Copa América, la fiesta del fútbol sudamericano, en un Brasil enrarecido

A las 21.30 la pelota echará a rodar en el Estadio Morumbí de Sao Paulo, en el duelo inaugural entre el país anfitrión y Bolivia.

Llegó el día: este viernes comienza la Copa América, la gran fiesta del fútbol sudamericano, en Brasil, pero el torneo llega en un momento convulso política y socialmente en el gigante de la región, que además está más pendiente del futuro judicial de Neymar, la estrella de la Seleçao ausente del certamen por lesión, que del balón.

A las 21.30 la pelota echará a rodar en el Estadio Morumbí de Sao Paulo, en el duelo inaugural entre el país anfitrión y Bolivia, un encuentro desigual entre el pentacampeón del mundo y la Cenicienta de Sudamérica.

Pero muy bien lo tendrá que hacer el equipo de Tite para que el país ponga su foco en el torneo y sueñe con una novena corona continental, 12 años después de la última conquista en Venezuela.

La jornada inaugural coincide con la convocatoria de una huelga general y manifestaciones en todo el país para protestar por la reforma de las pensiones de jubilación que prepara el gobierno de Jair Bolsonaro (ultraderecha).

Además, el gran ídolo de la torcida, el delantero Neymar, se perderá el torneo por una lesión, aunque sigue acaparando portadas y horas en las televisiones del país porque este mismo jueves acudió a una comisaría de Sao Paulo para prestar declaración durante varias horas por una acusación de violación formulada en su contra por una joven modelo.

Pese a la notable baja del astro, la Seleçao no rehúye su papel de favorita: «Brasil, independientemente de la competencia en la que entra, es favorita y está obligada a vencer. Sin duda, incluso sin Neymar, la principal estrella de Brasil, continuamos muy fuertes», dijo el jueves el volante del Real Madrid Casemiro en conferencia de prensa en el estadio Morumbí.

Responsabilidad histórica

Tite confirmó que Roberto Firmino, David Neres y Richarlison formarán el tridente ofensivo para tratar de dañar a un equipo boliviano que apela a la «garra» para dar la sorpresa.

El DT brasileño admitió que la Canarinha tiene la presión de romper con la sequía de títulos. Brasil, además, nunca perdió un torneo continental como anfitrión (1919, 1922, 1949 y 1989). «No se puede rehuir de esa responsabilidad», sentenció.

No es de extrañar que en este ambiente enrarecido que vive el país la organización sólo haya vendido el 65% de los boletos, según reconoció el miércoles, y que sólo la mitad de los brasileños vea a su selección favorita al título, según un sondeo.

Además, el 70% de los encuestados reconocieron estar «poco» o «nada» interesados en la Copa América.

Pese a todo, la organización prevé un lleno total en el Morumbí para el juego inaugural, que presenciará in situ el polémico Bolsonaro, confirmó el portavoz gubernamental.

Para garantizar la seguridad durante el certamen, Brasil impedirá el ingreso al país a hinchas violentos (entre ellos 5.000 barrabravas argentinos) y aplicará tecnología de reconocimiento facial en el acceso a los estadios.

La Copa América 2019 se disputará del 14 de junio al 7 de julio por diez selecciones de la región y los invitados Japón y Catar, en cinco ciudades: Rio, Sao Paulo, Porto Alegre, Salvador y Belo Horizonte.

No sólo Brasil está hambrienta de títulos. Tras ocho intentos fallidos, para el astro argentino Lionel Messi la Copa América se presenta como una de sus últimas chances de ganar algo con la Albiceleste.

La cuenta pendiente de Messi

«Quiero terminar mi carrera habiendo ganado algo con la selección o intentarlo todas las veces posibles», declaró antes de viajar a Brasil un Messi que perdió las últimas dos finales continentales en los penales, ambas contra Chile.

El genio del Barcelona, no obstante, no es la única figura que quiere reivindicarse tras una temporada europea con mal regusto de boca.

Los uruguayos Luis Suárez y Edinson Cavani, los chilenos Alexis Sánchez y Arturo Vidal, los colombianos James Rodríguez y Radamel Falcao e incluso el brasileño Philippe Coutinho esperan que el torneo de selecciones más antiguo del mundo actúe como un bálsamo para sanar las heridas tras una decepcionante temporada en el Viejo Continente.

Con la llegada el jueves de las delegaciones de Uruguay y Paraguay, ya están los 12 combinados en suelo brasileño, ultimando ya la puesta a punto para el debut en la competición, dominada por la Celeste con 15 títulos, por los 14 de Argentina y los 8 de Brasil.

El torneo será transmitido por televisión a más de 178 países y 1.500 medios de los cinco continentes están acreditados para narrar el mayor acontecimiento del fútbol sudamericano, que pretende mostrar que la región sigue siendo la gran cantera del mundo, pese a que en los últimos años ha perdido peso, tanto en selecciones como en clubes, con respecto a Europa.

«Volveremos a liderar el fútbol mundial», lanzó el jueves el presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Alejandro Domínguez, quien anunció además que Australia y otra vez Catar, anfitrión del próximo Mundial en 2022, serán los equipos invitados a la edición de la Copa América-2020, que organizarán conjuntamente Argentina y Colombia.

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