MIéRCOLES, 27 DE NOV

Inquietante mortandad de animales en el Sur de Santa Fe

Por estrés térmico perdieron la vida cerca de mil animales, la conjunción de las altas temperaturas y un alimento en mal estado habrían sido las causas de tantos decesos.

La impresionante mortandad se registró en el sur de Santa Fe, dos feedlot de Cafferata y uno de Chañar Ladeado, sufrieron un impacto demoledor. En ambos la combinación de un producto de la dieta (que podría llegar a tener algo tóxico), potenciado con el efecto del sol y la humedad, produjo alta mortandad de bovinos en los diferentes establecimientos.

“Hoy la muerte en sí, es producto de estrés térmico, producido por el calor y la humedad, pero la diferenciación con el resto de los campos es que los tres afectados justamente utilizan el mismo producto para darles de comer; se está deduciendo si es eso”, declaró uno de los damnificados en dialogo con Noticias Chañar.

El predisponente podría haber sido algo en el alimento, pero el determinante es el calor. Los signos de muerte de los animales apunta al estrés térmico; eso es lo que la necropsia estaría arrojando. La cifra es impactante y sería muy cercana a los 1000 animales en total.

“Vinieron veterinarios, de la facultad de Casilda, expertos en patologías, y el factor común que hay en los feedlot que hubo muertes, es una materia prima que utilizamos como fibra y posiblemente esté infectada con una toxina u hongo que desencadenó que el animal no pueda disipar el calor. Se venía usando sin problema, y estos días que empezaron los primeros calores de verano, el animal tenia afectado su organismo y no podía eliminar el calor corporal e iban muriendo, como una ola de calor pero agravada porque el cuerpo no podía eliminar la temperatura, entonces moría Infartado por exceso de calor. Si esto ocurría en invierno, el final claramente sería otro.

El denominador común de las muertes es un producto que se usó, que puede venir de una partida contaminada. Las bajas fueron grandes; de un 10% aproximadamente en cada caso”

La ayuda de gente siempre es bienvenida, “Quiero recalcar la ayuda de los bomberos voluntarios estos dos días, de los vecinos, amigos que se solidarizaron con tanques de agua y tractores. En estos momentos se están analizando los órganos de los animales para determinar cuáles están afectados, y qué toxina hay para poder identificarlas”.

En la situación general que está el sector, en donde el precio no mejoró y los insumos aumentaron un montón, el feedlot sin lugar a dudas está atravesando una situación difícil. Pérdidas de estas características consolidan un futuro por demás de incierto.

Ninguno de los animales se ha utilizado para faena

“No es una enfermedad infectocontagiosa, ya que los  animales murieron por el calor debido a que no tenían el mecanismo para disipar tan alta temperatura. NO HAY VIRUS, ni nada que afecte al resto de la hacienda. Cuando se limpie el rumen y se desintoxique el cuerpo de la toxina (aproximadamente 4 días), el animal está de vuelta al 100% de su sanidad”, comunicaron desde el SENASA.

Conclusión dialogó con el veterinario de la zona que asistió a los animales, para conocer en profundidad como se desencadenó semejante situación.

“El 26 y 27 de diciembre ya se habían registrado algunas muertes por calor, pero una o dos por día. El primero de enero me llamó el mixero de guardia de feedlot Bertero y me comentó que cuando fue a darles de comer, desde arriba de la chata había contado 50 vacas muertas”.

Fue allí donde comenzó el trajín, “me fui inmediatamente y cuando ingresé ya era todo un desastre. Los animales estaban en estrés respiratorio, por lo cual llamamos a los bomberos para que las hidraten, las separamos, y tratamos a los animales caídos”.

“A la tardecita contabilizamos 160 muertas, por el tema del alimento vaciamos los comederos a pala hasta las 23 hs, los animales que lograron pasar ese día estaban muy fatigados. Al día siguiente fuimos temprano con el fin de sacar las vacas fallecidas y notamos que nuevamente a las 10 de la mañana empezaba a ocurrir lo mismo”.

“Rápidamente tuvimos que comenzar con la hidratación con el fin de poder bajar la temperatura de los animales. Por suerte luego llovió y refrescó lo cual trajo alivio, igualmente estamos preocupados ya que no sabemos cuánto tardará el cuerpo de los animales en terminar de eliminar las toxinas ingeridas”, concluyó el profesional.

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