Los recuerdos nos condicionan a elegir los alimentos
Un equipo de científicos de la Universidad de Basilea (Suiza), llevaron a cabo un experimento con 30 jóvenes para determinar de qué forma influye nuestra memoria en las decisiones que tomamos a la hora de decidir qué comer.
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- May 23, 2015
Cuanto más fuerte sea el recuerdo de un alimento en concreto, más probabilidades tenemos de escogerlo, según concluye el último estudio llevado a cabo por un equipo de científicos de la Universidad de Basilea (Suiza) y que recoge la revista Neuron.
Recordar unos alimentos más que otros (una barbacoa entre amigos, unas palomitas con tu pareja en una tarde de cine…) a la hora de decidirnos qué comer tiene más que ver con nuestra memoria que con lo atractiva que nos parezca esa opción.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores llevaron a cabo un experimento con 30 jóvenes para determinar de qué forma influye nuestra memoria en las decisiones que tomamos. Así, realizaron pruebas de imagen de resonancia magnética mientras los participantes -bastante hambrientos- tenían que escoger 2 de entre los 48 aperitivos presentados en una pantalla de ordenador (entre ellos, chocolate, golosinas, patatas fritas, o galletas), según su orden de preferencia. Tras enumerar los aperitivos del 1 al 48 de mayor atractivo a menor atractivo para ellos, se pidió a los voluntarios que recordaran la ubicación de sus dos alimentos escogidos sin tener ya delante la pantalla del ordenador.
Los resultados revelaron que los participantes tendían a escoger los aperitivos de los que mejor recordaban su ubicación, que no coincidían ni de cerca con el alimento que habían considerado más atractivo. Esto es, los resultados que mejor recordaban eran los finalmente escogían, independientemente de sus gustos iniciales.
Los datos de la resonancia magnética funcional confirmaron que los mecanismos neurales en este momento de toma de decisiones, mostró un aumento significativo de comunicación entre el hipocampo y la corteza prefrontal ventromedial, que juega un papel clave en la inhibición de las respuestas emocionales y en el proceso de toma de decisiones.
“Nuestro estudio construye un puente entre dos campos de investigación centrales de la psicología, es decir, la memoria y la investigación de la toma de decisiones”, afirma Sebastián Gluth, líder del estudio.