SáBADO, 30 DE NOV

Los universos paralelos, última contribución de Stephen Hawking a la ciencia

"No estamos limitados a un universo único, pero nuestros descubrimientos demuestran que los universos posibles son mucho menos numerosos" de lo que piensan algunos investigadores, afirmó el astrofísico británico.

 

El último estudio del astrofísico británico Stephen Hawking aborda los universos paralelos, un concepto polémico popularizado por la ciencia ficción.

«No estamos limitados a un universo único, pero nuestros descubrimientos demuestran que los universos posibles son mucho menos numerosos» de lo que piensan algunos investigadores, afirma Stephen Hawking en un artículo publicado esta semana en el diario High Energy Physics.

La idea de universos múltiples emerge de una teoría que sugiere que cuando el cosmos se creó, con el Big Bang, el universo experimentó una expansión fulgurante.

Durante este periodo, las distintas regiones del espacio no evolucionaron a la misma velocidad. Algunas pararon antes que otras, lo que creó distintos universos burbuja. El nuestro es una de estas burbujas.

La idea de universos múltiples o «multiverso» no es nueva.

Aparece en toda la historia de la filosofía, pero «irrumpió desde hace poco en el campo de la física teórica», explica a la AFP Aurélien Barrau, astrofísico del Laboratorio de física subatómica y de cosmología en París.

«Se pueden considerar muchos tipos de universos paralelos», añade, lo que implicaría leyes de física y química distintas.

Thomas Hertog, coautor del último estudio de Hawking, fallecido a los 76 años el 14 de marzo, describe el universo múltiple como «un mosaico de pequeños universos de bolsillo donde cada bolsillo es diferente». Otros prefieren la imagen de las burbujas en agua hirviendo.

«Se ha defendido que los distintos universos podrían no estar completamente desconectados e incluso podrían entrar en colisión», recuerda Sabine Hossenfelder del Frankfurt Institute for Advanced Studies en Alemania.

Un islote en un metamundo

El «multiverso» sigue siendo un tema muy polémico y algunos científicos critican que el concepto no pueda probarse.
Según Aurélien Barrau, implica que nuestro universo vendría a ser «un islote diminuto en un inmenso metamundo indefinidamente vasto y diversificado».

¿Una decepción para el ser humano que durante mucho tiempo se creyó el centro del mundo?

«El multiverso se inscribe dentro de la historia de las ideas: nuestra representación global, tras haberse centrado en la región, la Tierra, el Sol, la galaxia y nuestro universo, ya no tiene centro», explica el investigador del CNRS.

La idea se basa también en teorías científicas. Además, imaginar que hay una multitud de universos permitiría responder a algunos de los interrogantes de los físicos.

Las teorías pueden calificarse de científicas aunque contengan elementos no observables: la existencia de las ondas gravitacionales se aceptó antes de su detección. Pero todo depende de la credibilidad que se les conceda.

«Para algunos científicos convencidos de sus teorías, el «multiverso» puede parecer casi tan real como el universo que observamos. Pero para la mayoría de nosotros, estas teorías son especulaciones», considera Sabine Hossenfelder.

Aurélien Barrau reconoce que la teoría puede ponerse en duda, pero lamenta que se niegue de entrada.

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