MIéRCOLES, 27 DE NOV

Francisco y cinco años de «tolerancia cero» a los abusos, más allá de las criticas

Jorge Bergoglio ha estado marcado por varias medidas impulsadas para evitar "el flagelo de los abusos", como los definió al instituir en marzo de 2014 la Pontificia Comisión para la tutela de Menores, dedicada a salvaguardar a las víctimas.

Creador de la primera comisión de la historia vaticana dedicada a la protección de menores, el papa Francisco ratificó en sus primeros cinco años de pontificado una doctrina de «tolerancia cero» con los casos de abusos dentro de la Iglesia, con una serie de medidas como el endurecimiento de penas a encubridores y el rechazo de todos los pedidos de gracia que recibió de abusadores condenados.

Más allá de la críticas multiplicadas en los últimos 60 días a partir de un supuesto caso de encubrimiento en Chile que ha sido el epicentro de muchos de los balances sobre su primer lustro, el magisterio de Jorge Bergoglio ha estado marcado por varias medidas impulsadas para evitar «el flagelo de los abusos», como los definió al instituir en marzo de 2014 la Pontificia Comisión para la tutela de Menores, dedicada a salvaguardar a las víctimas.

«No hay absolutamente lugar en el ministerio para los que abusan de los menores», ratificó entonces a través de una carta a los Presidentes de las Conferencias Episcopales, los Superiores de los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

La comisión, que estuvo originalmente integrada por 18 personas, incluida la víctima de abusos sexuales por parte de un religioso Marie Collins, fue ratificada a inicios de este año a través de un decreto pontificio que cambió algunos miembros de su composición e incluyó a nuevas víctimas, aunque no se hizo pública su identidad.
Colllins había renunciado a su cargo en marzo de 2017, reconociendo su «frustración por la falta de colaboración de algunos dicasterios de la Curia con la Comisión».

La denuncia se refería al prefecto de la Congregación para la Doctina de la Fe, el cardenal alemán Gerhard Muller, quien fue apartado de su cargo por el pontífice cuatro meses después en lo que fue leído como un castigo por su falta de apoyo a la comisión.

El mes que viene, la comisión pondrá en marcha el «Grupo Consultivo Internacional de Supervivientes» (ISAP), una nueva plataforma que agrupará las voces de las víctimas y supervivientes basada en la experiencia del Survivor Advisory Panel de la Comisión Nacional Católica para la Protección en Inglaterra y Gales.

En el medio de ese recorrido, Bergoglio modificó algunos aspectos legales cuando en junio de 2016 dio a conocer la Carta Apostólica en forma de Motu Proprio (decreto) «Como una madre amorosa», en la que introdujo que la negligencia en casos de abusos es una causa válida para la destitución de obispos.

«El Derecho Canónico ya prevé la posibilidad de apartar del trabajo eclesiástico por causas graves. Con la presente carta quiero precisar que entre las dichas causas graves está comprendida la negligencia de los obispos en el ejercicio de su función, en particular relativo a las causas de abusos sexuales a menores y adultos vulnerables», decretó el pontífice entonces.

Más allá de los cambios formales, el pontífice reveló recientemente que «habitualmente» recibe un viernes por mes a víctimas de abusos en el Vaticano. Así lo ha hecho también durante sus dos viajes apostólicos en los que el tema fue un eje central por los ataques sexuales cometidos por sacerdotes antes de su entronización: en Estados Unidos, en 2015, y en Chile, en 2018.

Sin embargo, especialmente luego de su último viaje a Chile, las críticas se han enfocado sobre la que gestión que ha hecho el pontífice del caso del obispo Juan Barros.

Barros fue identificado por víctimas de abusos del sacerdote Fernando Karadima como testigo y encubridor de esos ataques ya condenados por la justicia chilena y por la vaticana en 2011.

Al regreso de su viaje a Chile, el pontífice invocó la presunción de inocencia de Barros y reveló que dos veces le rechazó la renuncia convencido de la falta de evidencias que lo incriminen.

Francisco, que había tenido un tono extremadamente duro con los denunciantes durante su estadía en Chile, debió luego pedir perdón por sus palabras y se comprometió públicamente a cambiar de postura si aparecía nueva evidencia.

En ese marco, Bergoglio dispuso en enero pasado el envío a Santiago de un fiscal vaticano especializado en temas de abusos, Charles Scicluna, para que se reuniera con las víctimas a fin de recavar nuevas evidencias que puedan hacerlo cambiar de opinión.

En esos días Bergoglio viró de su postura inicial en reclamo de «pruebas» a un pedido de «evidencias»: ya no un elemento físico o concreto, sino que deja abierta la puerta para que, si convincentes, los propios testimonios de las víctimas que fueron escuchadas por un espcialista como Scicluna basten para cambiar su postura sobre Barros.

Otro antecedente cercano de la «tolerancia cero» del pontífice con el tema fue en junio de 2017 cuando ordenó a su ministro de Economía George Pell a viajar a Australia a comparecer ante un tribunal civil en una causa que investiga supuestos abusos sexuales en la década del 70.

El accionar del pontífice en el caso de Pell, el funcionario de cargo más alto jamás investigado por este tipo de delitos y que aún continúa en su país natal a la espera de la resolución de la causa, fue considerado un avance diametralmente opuesto al que había tenido el Vaticano en 2004 con un cardenal acusado de encubrir abusos en Boston.

En 2002, una investigación del diario The Boston Globe acusó a la Arquidiócesis de Boston y a su máxima autoridad, el arzobispo Bernard Law, de encubrir los abusos de decenas de sacerdotes pedófilos entre 1984 y 2002. En ese momento, la respuesta del Vaticano fue trasladar a Law a Roma, nombrarlo al frente de una de las cuatro basílicas papales, y no obligarlo a declarar amparándose en la falta de tratados de extradición entre el Vaticano y Estados Unidos.

Frases célebres del Papa Francisco

El papa Francisco se ha caracterizado por usar un lenguaje simple, directo y en ocasiones literario con el que suele llegar al corazón de los católicos.
Estas son algunas de las frases célebres que ha pronunciado en estos cinco años de pontificado.

Iglesia

«La Iglesia es como un hospital de campaña después de la batalla. ¡Qué inútil preguntar a un herido si tiene colesterol! Hay que curarle las heridas. Ya hablaremos luego del resto.
Prefiero una Iglesia magullada, herida y sucia porque ha estado en la calle que una Iglesia enferma por haber estado confiada y enredada en su propia seguridad».
«Los jefes de la Iglesia a menudo han sido narcisistas, adulados por sus cortesanos. La corte es la lepra del papado».

Pacifista

«Mi corazón está profundamente herido por lo que está pasando en Siria. ¿Es una guerra por problemas de verdad o es una guerra para vender armas en el comercio ilegal?».
«El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte que la muerte y la violencia».

Gay, aborto y anticonceptivos

«Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo?».
«No podemos insistir sólo en asuntos relacionados con el aborto, el matrimonio gay y el uso de anticonceptivos. No es posible. No he hablado mucho de estos asuntos y he sido reprendido por ello. Pero cuando hablamos de estos asuntos tenemos que hablar de ellos dentro de un contexto. Ya conocemos la opinión de la Iglesia pero no es necesario estar hablando de estas cosas sin cesar».

Benedicto XVI

«Es como tener al abuelo en casa, donde es venerado, es amado, es escuchado».

Diablo y dinero

«El dinero es el estiércol del diablo». «El diablo entra por el bolsillo».

Vaticano, curas, misericordia.

«Me siento libre, aunque estoy aquí en el Vaticano en una jaula, pero no espiritualmente. Nada me da miedo».
«Los curas rígidos, que temen comunicarse, practican una forma de fundamentalismo».
«En un momento de la misa el sacerdote dice en alto nuestros corazones. No dice en alto nuestros móviles para hacer una foto».
«Yo también, cuando rezo, a veces me quedo dormido».
«Los testarudos de alma, los rígidos, no entienden lo que es la misericordia de Dios (…) Los rígidos no saben ensanchar el corazón como el Señor».
«Por favor, huyan del carrerismo eclesiástico, es una peste».

 Europa

«En este momento Europa tiene mucho miedo. Cierra, cierra y cierra. Europa tiene una historia de integración cultural, multicultural, muy fuerte. Pero ¿cuál es la cultura europea? Es cierto que tiene importantes raíces cristianas. Pero no es suficiente para definirla. Las raíces cristianas no son las únicas».

   Islam

«El diálogo con el Islam está andando bien. Creo que les haría bien hacer un estudio crítico sobre el Coran, como hemos hecho con nuestras Escrituras. El método histórico y crítico de interpretación te hace evolucionar».
«Si habla mal de mi mamá puede esperarse un puñetazo (…) No se puede provocar, no se puede insultar la fe de los demás. No se puede uno burlar de la fe», a propósito de las caricaturas contra el Islam.

   Mujeres

«Las mujeres teólogas en la Iglesia son como las fresas en la torta, se necesitan más (…), ofrecen nuevos aportes a la reflexión teológica».

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