El debate por la muerte de Diego Sarjanovic, gerente finaciero de la empresa MC Catering, continuó este martes con los aportes de los peritos que intervinieron en el levantamiento del cuerpo y demás pericias en el departamento 5 de Moreno 511, el 7 de septiembre de 2015, momento en el cual la víctima ya llevaba tres días desaparecida.
Con estos testimonios la Fiscalía busca esclarecer la forma en que fue hallado el cuerpo, y las condiciones en que se encontraba el departamento. La finalidad es conocer si hubo alteraciones en la escena del crimen y cómo fue la mecánica del hecho.
En este sentido, el primer testimonio fue del perito fotógrafo que realizó la prueba para detectar manchas de sangre en el departamento. Para ello, el testigo, que cuenta con una experiencia de 9 años en la sección fotografía de la Policía, indicó que su tarea fue tomar las fotos de los lugares relevantes del departamento de Moreno al 500. Señaló que tomaron fotos del ingreso del inmueble y luego de todos los ambientes, pero se centraron en la habitación y el baño, donde el reactivo de luminol dio positivo.
Vale aclarar que esta prueba se realizó en días posteriores al momento en que fue hallado Sarjanovic, por lo que el perito se interiorizó del caso observando las fotos del día 7 de septiembre, momento en el fue hallado sin vida el gerente financiero. Su función fue tomar fotografías de los ambientes con luz natural y artificial y luego de los mismos lugares pero cuando el reactivo dio positivo.
Las pruebas
Las fotos exhibidas en la sala de audiencia mostraron que en la habitación donde fue hallado Sarjanovic se hallaron varias manchas de sangre y, tanto en el piso como en la cama, la base del somier junto a la cual fue hallado el cuerpo, presentaba superficies que dieron positivo al reactivo, aunque en menor medida en las paredes. La superficie con mayor rastro hemático fue el lugar donde fue hallado el cuerpo de sin vida de Sarjanovic. En tanto en el baño, específicamente en el lavatorio, también se encontraron restos de sangre.
Luego fue el turno de la perito encargada de levantar pruebas biológicas en la escena del crimen. La tarea de la enfermera profesional fue levantar rastros que ayudaran a esclarecer el hecho. Indicó que llegó al lugar convocada por la Brigada de Homicidios el día 7 de septiembre, momento en el que fue hallado el cuerpo sin vida.
Detalló que al ingresar al departamento, observó que los distintos ambientes se encontraban limpios y ordenados. Y al llegar a la habitación levantó, como prueba, un cuchillo tipo tramontina, como los de cocina, de mango marrón que quedó rotulado y empaquetado hasta que el bioquímico lo analizara. También fue la encargada de preservar las prendas del fallecido para que luego fueran analizadas. Las mismas presentaban cortes que luego los especialistas determinarían cual fue el arma utilizada para efectuarlos.
Más tarde el perito de planimetría fue el encargado de realizar, en principio a mano alzada y en el lugar el croquis de la escena del hecho para mostrar con exactitud cómo estaban dispuestos el cuerpo y los elementos hallados en el lugar. El testigo especificó que el cuerpo estaba junto a un somier y debajo de la cama hallaron el arma homicida.
La mayor expectativa estaba puesta en el testimonio del empleado del estacionamiento donde Sarjanovic dejó el auto el día de su muerte. Pero el empleado de la cochera de Moreno al 400 no aportó datos relevantes sobre el hecho. Dijo que el cliente llegó como lo hacía todas las semanas, como muchos otros clientes que habitualmente dejan sus autos de forma regular. Le preguntó cuánto tiempo se quedaría, para saber donde ubicar el vehículo y al retirarse no notó nada extraño. Sin embargo, el defensor de Seguer le recordó que en el acta de la declaración que había aportado en el momento del hecho, donde aseguraba que Sarjanovic le había dicho que se demoraría más de lo habitual. Pese a la aclaración del abogado Jorge García Cupé, el empleado de la cochera insistió en que no notó nada extraño en su cliente. Pero aclaró que Sarjanovic iba una vez por semana a dejar el auto a la cochera, entre los días martes, miércoles y jueves, y el tiempo que se quedaba era de aproximadamente dos horas.
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