MIéRCOLES, 27 DE NOV

En los últimos dos años subió un 300% el consumo de tabaco armado

Desde la legendaria tabaquería rosarina “El Clásico”, detallaron a Conclusión que al subir el precio de los cigarrillos comerciales, los consumidores optan por incursionar en otros hábitos del fumar.

Por Marina Vidal

Opciones para el vicio. El 40% de los fumadores cambió sus hábitos de consumo de tabaco a causa del aumento de los impuestos a los cigarrillos aplicado en mayo de 2016, según un estudio de la Federación Interamericana del Corazón (FIC) difundido hace unos días. Por esta causa, el consumo cayó 1,5 por ciento en el primer semestre, respecto del mismo período del año pasado, tras haber mostrado una baja anual de casi el 13 por ciento en 2016.  Pero hay algo que no ha salido en ninguna estadística pero Conclusión pudo corroborar: en los últimos dos años subió un 300% el consumo de tabaco armado.

La afirmación fue proporcionada por trabajadores de la tradicional tabaquería rosarina “El Clásico”, donde abundan las opciones y los productos para “suplantar” el cigarrillo comercial.

“A partir de los aumentos en los cigarrillos, se visualiza en los rosarinos un doble movimiento: la gente viene en búsqueda de una opción más barata y se encuentra que el tabaco armado se puede convertir en un método de ahorro”, explicó José Rivas a Conclusión.

Al ser consultado si el cigarrillo electrónico gana la batalla en ventas en comparación al tabaco armado, el comerciante dijo que el año pasado mucha gente averiguo sobre el aparato químico, pero “como no es fácil de conseguir y aún no está formalizada su legalidad en el país, la venta de tabaco lo superó en la elección de los fumadores”.

“En dos años el consumo de tabaco armado aumentó un 300%”

Rivas, contó que en la búsqueda de los consumidores de ahorro, se “redescubrió el tabaco en todos sus aspectos, estilos de fumar y ceremonias a su alrededor”.

“No todo tiene que ver con la falta de recursos. Cuando aumentan los cigarrillos, una oleada de gente nueva aparece por el local. Por ejemplo, de 100 personas, que se animan a incursionar en esta opción, casi 60 vuelven para volver a comprar, para probar otros gustos, otros papelillos, etcétera. Igualmente las otras 40 son las que se resignaron y vuelven a fumar comerciales”, describió el empleado de El Clásico.

José contó que su labor es explicarles, describir y detallar las opciones a los consumidores de una práctica “que se ha instalado en la ciudad y sigue creciendo”.

Y agregó: “Antes, la ceremonia del armado se mezclaba con los prejuicios que relacionaban al cigarrillo armado con su semejanza con un cigarrillo de marihuana. Eso ahora quedó obsoleto y la gente cada vez más averigua e incursiona sobre todos los accesorios que abrazan esta práctica: armadores, porta tabaco, cigarreras, distintos gustos de tabaco, distintos papelillos, etcétera”.

El comerciante resaltó que es importante aclarar que si bien el armado es menos nocivo para el organismo, no son sanos”.

“El cigarrillo comercial tiene químicos que son más adictivos que el tabaco puro. Sin embargo el ahorro no se da por el precio sino porque la gente fuma menos. Es decir, quien fuma un promedio de 20 cigarrillos por día, fuma de un promedio de 5 armados, ya que el tabaco puro satisface mucho más”.

Datos oficiales

Las ventas de cigarrillo vienen en picada desde que los precios se dispararon casi en un 100 por ciento en el último año y medio por la decisión del Gobierno de incrementar los impuestos sobre el sector tabacalero. En el primer semestre el consumo interno de cigarrillos acumuló una merma del 0,6% en relación al mismo período de 2016, con un total de 898 millones de paquetes vendidos, indicó la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES).

La consultora indicó que si la comparación es realizada contra una «base más normal», como el primer semestre de 2015, la merma fue del 9,3%.

En términos per cápita, tras desplomarse al 12,7% en 2016, el consumo de cigarrillos cayó un 1,5% en el primer semestre de 2017 con relación a igual período de 2016, ya que el consumo se ubicó en 41,7 atados por persona. La producción nacional de cigarrillos, en tanto, se contrajo un 11,5 por ciento en el primer semestre de este año.

Las ventas externas alcanzaron las 30.000 toneladas, una disminución interanual del 9,5 por ciento en el primer semestre con respecto a igual período del año anterior.

En cuanto a los valores, treparon a u$s 113,5 millones, con una contracción del 12,7% frente a los u$s 130 millones de iguales meses de 2016.

Las importaciones en el primer semestre de 2017 totalizaron u$s25,6 millones con un descenso del 2,6% frente a los u$s26,3 millones de igual período de 2016. En volúmenes, hubo un aumento del 3,5%, y alcanzaron las 5.000 toneladas.

El principal rubro de exportación fue el tabaco en hojas secas desvenado, que representó el 88,9% del total exportado por el sector en el primer semestre de 2017 (u$s 100,9 millones).

Los cigarrillos, por su parte, representaron el 6% en el acumulado a junio (u$s 6,8 millones). Los precios medios de exportación presentaron una leve baja del 3,6%.

Para Alejandro Ovando, director de IES Consultores, «las perspectivas para el corriente año son desalentadoras para el sector que verificará un año con nuevas caídas en su nivel de actividad, mientras que el consumo interno continuará con la tendencia decreciente del último lustro».

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