MIéRCOLES, 27 DE NOV

Piden mayor frecuencia de las líneas que circulan por la costa rosarina

La concejala Lorena Giménez (Bloque Partido Progreso Social) presentó un proyecto para que el Ejecutivo duplique los servicios de la Línea de la Costa y de la 153 roja y negra debido a la poca frecuencia que se registró en estos meses. 

«Debido a la baja frecuencia que presentan las líneas de transporte público que circulan por la costa rosarina y a los graves inconvenientes que esto genera para los ciudadanos que trabajan o veranean en la zona», la concejala Lorena Giménez, del Bloque Partido Progreso Social, presentó un proyecto para que el Ejecutivo Municipal duplique los servicios de la Línea de la Costa y de la 153 roja y negra, en la franja horaria que va desde las 11 a las 22 cada fin de semana durante los meses de diciembre a marzo, en donde hay mayor demanda.

La iniciativa surgió luego de que el equipo de asesores de la concejala realizara un relevamiento durante los fines de semana determinando que muchos usuarios se ven obligados a permanecer un largo tiempo hasta que una unidad llegue con lugar disponible para trasladarlo.  Esta situación se agrava al mediodía, cuando la temperatura es más elevada, ya que muchos concurren a los balnearios en familia, con niños pequeños y adultos mayores viéndose expuestos a sufrir golpes de calor, hecho que complica aún mas el padecimiento de los usuarios.

Según la concejala, las irregularidades ocurren tanto en los recorridos de norte a sur como de sur a norte; en paradas céntricas como en la zona norte. En Callao y Urquiza, el pasado domingo se pudo contabilizar a 20 personas aguardando el arribo del 153 rojo. Algunos de ellos venían de esperar a la Línea de la Costa en Rodríguez y Santa Fe que siguió su recorrido sin frenar.

En tanto, en Génova y Avellaneda, alrededor de las 15 cerca de 25 personas manifestaron estar esperando una hora para abordar el 153.

De esta forma, señalan que los usuarios quedan «varados» y deben optar por otras alternativas más costosas, como los viajes en taxi, algo que no está al alcance de todos los ciudadanos. El resultado es que algunos de ellos, al no contar con el dinero necesario para abonar dicho traslado, deben abandonar sus planes de ir hacia la costa y regresar a sus casas.

La edila también enfatizó que esta demora en los servicios del TUP que circulan por la costa afecta, no sólo a las personas que están en plan de recreación, sino que complica a quienes trabajan en los bares, clubes y comercios de la zona, corriendo el riesgo de llegar tarde a sus lugares de trabajo por razones ajenas a su dominio.

La concejala sostiene que una ciudad que quiere promover el uso de sus balnearios y piletas debe implementar las medidas necesarias para que el traslado a los mismos esté garantizado en tiempo y forma, brindando un servicio eficiente que facilite a los usuarios llegar a destino sin pasar por una odisea que no hace más que impedir que los ciudadanos y turistas puedan disfrutar de los espacios públicos que brinda nuestra ciudad.

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