Estacionamiento medido: beneficios y perjuicios

Por Hugo Fernández Moreno

El estacionamiento medido en Rosario nació en el año 2001 y se implementa en forma ininterrumpida y adaptándose a la nueva tecnología existente en el mundo.

Allá en el principio del milenio surgió por la necesidad de regular un bien escaso como es el espacio público. A partir del aumento del parque automotor, la demanda superó a la oferta. Es un sistema que permite regular mediante el cobro de una tarifa y las delimitaciones de permanencia.

Hoy en Rosario hay 5.300 boxes –autos y motos–, y en total 520 cuadras distribuidas en 3 zonas concéntricas con diferencias tarifarias de manera de desalentar el ingreso de automóviles al centro. El costo de la tarifa es visiblemente menor a cualquier playa de estacionamiento existente.

Las modalidades de pago que actualmente cuenta el usuario son 230 tiketeras de última generación distribuidas de tal manera que el usuario no camine más de 100 metros y aceptan como medio de pago monedas, cospeles, la tarjeta Movi y las aplicaciones móviles para telefonía, además del parquímetro personal portátil.

En su beneficio se puede decir que cuando comenzó el estacionamiento promedio de cada rodado era de 4 horas y en la actualidad el promedio es de 1 hora 15 minutos. Hoy en promedio se realizan 400.000 transacciones.

Los beneficios y complicaciones que traería el nuevo sistema: lo moderno es que implementaría la tarjeta bancaria como nuevo medio de pago y lo que va a complicar al usuario, sobretodo a los mayores de 50 años, es la eliminación del parquímetro personal portátil, algo que nadie ha explicado porqué se lo va a eliminar. Es una de las mejores forma de pago y de fácil uso. Luego un nuevo método que va a complicar, enojar y hasta que proteste enérgicamente el usuario es que cada vez que estacione, en cada transacción de pago deberá colocar la patente del rodado, calle y altura; y un ejemplo de mayor enojo es que si abona dos horas en determinado lugar y por cualquier circunstancia deberá irse antes de finalizar el tiempo, pues el saldo que le quede a favor no le sirve para estacionar en otra zona o calle. Hoy la gente se queja que no hay monedas, pero hay que tener paciencia y esperar que lleguen –tal cual anunció el gobierno– las de 5 y 10 pesos.