JUEVES, 28 DE NOV

Recomendaciones para prevenir picaduras de alacranes y mordeduras de serpientes

Desde el Ministerio de Salud provincial brindaron medidas de prevención para evitar los ataques. Ante la picadura, se debe aplicar hielo en la zona pero afirmaron que el rápido traslado a un hospital es fundamental.

El Ministerio de Salud provincial, a través de la Dirección de Promoción y Prevención de la Salud y frente a las altas temperaturas y los anegamientos por las lluvias, recordó a la población y a los servicios de salud medidas preventivas ante la posible ocurrencia de accidentes por mordeduras de yarará (Bothrops alternatus) y picaduras de alacranes. Ambas pueden ser fatales: las primeras en toda la población; y, las segundas, fundamentalmente en niños, si no son abordadas y tratadas a tiempo.

En el caso de las mordeduras de Yarará, los síntomas iniciales son: dolor intenso, marcas de la mordedura e hinchazón de la zona en la parte del cuerpo en donde se produjo.

“En caso de accidente se debe trasladar al paciente a una institución asistencial lo más rápido posible (dentro de las 6 horas), donde se le deberá realizar inmediatamente una evaluación clínica y un estudio de laboratorio. Si este se halla alterado, se confirma el caso y se debe proceder al diagnóstico de gravedad y el tratamiento específico con suero antiofídico”, explicó al respecto la responsable del área, Andrea Uboldi.

Luego, la funcionaria enumeró medidas básicas de prevención, como evitar las áreas riesgosas consideradas hábitat de los ofidios, utilizar vestimenta adecuada como botas altas (que cubran el tobillo y la pierna), pantalones, guantes de cuero grueso, etc., mantener libres de maleza las áreas alrededores de viviendas, fábricas, vías férreas, etc.

También remarcó no introducir las manos en huecos de árboles, cuevas, nidos o bajo las piedras y que se recomienda transitar las zonas de ofidios en compañía de perros.

“En caso de inundaciones estas medidas deben extremarse ya que las corrientes de agua suelen desplazar los ofidios de sus refugios naturales, exterminar roedores de viviendas, galpones y otros, para evitar la provisión de alimento”, remarcó.

Cómo actuar ante un ataque 

En materia de primeros auxilios, se indicó que se debe mantener al accidentado en reposo, acostado y tranquilo; aflojarle la ropa (cinturón, zapatos, etc.); lavar la herida con abundante agua y jabón; inmovilizar la zona de la herida y elevar el miembro a 45° (si fuese el sitio de la picadura); trasladar al accidentado a un centro asistencial lo antes posible (antes de 6 horas).

Lo que no se debe realizar es administrar bebidas alcohólicas o remedios caseros; lavar con kerosene, tabaco, amoníaco, entre otros; utilizar torniquetes o ligaduras de la zona; succionar la herida; realizar cortes, incisiones, quemaduras, cauterizaciones en el área de la mordedura; intentar recuperar el reptil; utilizar suero antiofídico sin la confirmación diagnóstica previa; aplicar el suero antiofídico por personas inexpertas o personal no médico; no aplicar corticoides (Decadrón), ni analgésicos al accidentado.

Recomendaciones para el hogar

Desde el Programa Provincial de Control de Zoonosis y Vectores recomiendan una serie de acciones a fin de evitar estos accidentes:

– Evitar la posibilidad de contacto con un alacrán; mantener el hogar y alrededores libre de escombros, ladrillos, tejas, leña, maderas.

-Tapar las grietas u orificios de los revoques de las paredes sobre todo si estas son de ladrillo hueco; selle las cámaras de las cloacas.

– Colocar malla metálica tanto en las rejillas de las casas; utilice insecticidas que sean inocuos para los humanos, animales y plantas.

– Si se encuentra uno en la casa, revisar la cama antes de acostarse; no dejar ropa en el suelo y si ello sucede sacudirla ante de utilizarla; revisar los zapatos sobre todo los de los niños antes de colocárselos.

Síntomas 

El detalle de los síntomas que provoca el ataque, incluye dolor en el sitio de la picadura. En general es intenso y provoca una variedad de signos y síntomas locales que se expresan con diferentes grados de severidad, entre ellos: palidez, náuseas, vómitos, salivación excesiva, piel de gallina, palpitaciones. Por lo general frecuentemente sucede de noche. La población más afectada son los niños pequeños y la localización es en los miembros inferiores.

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