MIéRCOLES, 27 DE NOV

Los policías imputados en la causa de Emi y Facu fueron enviados a juicio oral

El juez Luis María Caterina decidió que sean sometidos al proceso por los cargos de: abuso de autoridad, omisión de actos de oficio y violación de objetos de prueba en el caso de Sonia Gómez  y violación de objetos de prueba y omisión de actos de oficio en el caso de Fabián Fantín. 

Un nuevo capítulo se abre en la causa de Emi y Facu, los dos jóvenes fallecidos en febrero de 2014 en un siniestro vial. El martes, el juez Luis María Caterina decidió enviar a juicio oral a Sonia Gómez y Fabián Fantín, los dos policías que revistaban en la seccional 14ª y que fueron imputados en la causa por encubrir Federico Gómez, hijo de Sonia y responsable del accidente, y alterar pruebas.

Federico Gómez fue considerado responsable del siniestro, ya que manejaba alcoholizado y a alta velocidad,  y condenado a tres años de prisión en suspenso e inhabilitación por 10 años para manejar por ser considerado responsable por doble homicidio culposo en accidente de tránsito.

En agosto de 2015, Sonia Gómez y Federico Fantín fueron imputados por el fiscal Aníbal Véscovo por omisión de actos de oficio y violación de los medios de prueba, más abuso de autoridad para el caso de la oficial, madre del Federico Gómez, el conductor del vehículo.

La investigación partió de la denuncia de las madres de Emiliano Cáceres y Facundo Aguirre que dieron cuenta de que la madre de Gómez intervino activamente en la escena del accidente, alteró pruebas y se llevó elementos de prueba a su casa. Por su parte, Fantín está acusado de haber alterado actas, y cometer una serie de irregularidades para modificar la escena del accidente.

En diálogo con Conclusión, Fabiana Ferrerya, mamá de Emiliano Cáceres expresó que se encuentra «muy conformes con la decisión del juez».

«La denuncia por irregularidades la hicimos nosotros en mayo de 2014. Ahí tomó intervención Asuntos Internos, se les hizo un sumario administrativo por los que fueron pasados a disponibilidad desde hace un año», relató Fabiana. Y enfatizó: «Tenemos las pruebas suficientes para demostrar que tanto Sonia Gómez como Fantín no actuaron solos, sino que lo hicieron con al complicidad de toda la comisaría 14ª».

La madre de Emiliano, querellante en la causa, recordó que : «Sonia Gómez, desde el lugar, retiró las pertenencias de Emi y Facu y se las llevó a su domicilio, con un detalle no menos importante, que es que estaba retirando el celular ensangrentado de Facundo, teniendo a su hijo al lado para que reconociera sus pertenencias. Ella, siendo funcionaria policial, retiró las pertenencias del lugar y se las llevó a su domicilio y las tuvo allí durante una semana, sabiendo que los elementos secuestrados tenían que ser reconocidos por los familiares y ser retirados».

En relación al comisario Fantín, Fabiana Ferreyra remarcó que: «Sabemos que hay doble acta de entrega de elementos. Él niega haber entregado a Sonia Gómez las pertenencias cuando en realidad el le dijo a Valeria, la mamá de Facundo, que se las había entregado por ser una mamá conocida. Nosotros nos preguntamos ¿conocida para quien?,  porque nosotras la conocíamos de vista. Ella estuvo todo el tiempo dentro del vallado, participando en forma activa diciendo que era empleada policial e identifcándose como tal. Son muchas las irregularidades que se dieron en ese fatídico día».

A Sonia Gómez se la acusa también de la desaparición de las muestras de sangre de su hijo Federico, una prueba fundamental para determinar el estado del joven cuando iba conduciendo.

«Nosotras estamos bien, con un poco paz. Lo que queremos conseguir es la exoneración de la fuerza de los dos, porque ya sabemos que es un delito excarcelable. Pero pedimos que ambos sean exonerados de la fuerza policial, seañaló Ferreryra y cerró: «Vamos a seguir en la lucha, y hoy más que nunca pedimos justicia por Emi y Facu».

El siniestro ocurrió el 22 de febrero de 2014, a la salida de la autopista a Córdoba. En el auto viajaban cinco jóvenes y regresaban de una fiesta en el casino de oficiales del Liceo Aeronáutico de Funes. El vehículo viajaba a alta velocidad, alrededor de 100 kilómetros por hora, según indicaron las pericias, y al intentar esquivar un camión que circulaba lentamente, chocó contra otro rodado de gran porte.

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