MARTES, 26 DE NOV

«El jugador», una película que muestra un mundo de ambiciones y adicciones

La opera prima de Dan Gueller está basada en el clásico de Dostoievski. Alejandro Awada y Pablo Rago protagonizan esta historia de codicia y adicciones.

Por Mario Luzuriaga

Es moneda corriente que se adapten títulos de la literatura al cine, y este es caso de «El Jugador», novela escrita por Fiódor Dostoievski. En esta ocasión el director Dan Gueller utilizó una premisa para arrancar esta historia llena de ambiciones y miserias humanas.

Alejandro Reynoso es un ex jugador que trabaja para un importante empresario de la carne. Su tarea es llevar hasta Mar del Plata un dinero para los nietos de su jefe que se dan la gran vida en un hotel junto a un séquito de amigos. Lo que Alejandro no sabe es que el dinero será usado para fines no tan comerciales, y de ahí en más surgen diversas situaciones que hacen enaltecer diversas actitudes entre cada uno de los personajes.

jugador

 

Dan Gueller es un apasionado del policial negro y creó una estética similar e hizo de Alejandro Awada un personaje más callado, observador y misterioso, al estilo Bogart. En cambio el personaje de Rago es totalmente lo opuesto. Un nuevo rico despiadado con mucha ambición que vive rodeado de un séquito compuesto por su hermana, su amigo y su novia que viven de los excesos y sin importarle si la herencia de su abuelo se termina o no.

Pero cabe destacar sin lugar a dudas la actuación de la actriz Lali González, una actriz paraguaya que brilló en «Siete casas», que toma el rol de la «sufrible» Paulina que es víctima de los excesos de su hermano, pero tiene una admiración por Alejandro y lo hace volver a apostar en el casino.

La película está bien planteada y si bien falta un poco cerrar las ideas funciona muy bien. Esperamos mucho más de esta joven promesa que es Dan Gueller.

Calificación: Buena

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