La policía reprimió anoche con gases lacrimógenos y spray de pimienta un campamento que habían montado movimientos sociales frente a la casa del presidente interino de Brasil, Michel Temer, para protestar contra las medidas de ajuste económico.

El campamento se había instalado el domingo luego de una manifestación en la cual unas 30.000 personas según los organizadores llegó hasta cerca de la casa de Temer, en el barrio de Alto de Pinheiros, zona oeste de San Pablo, donde las calles estuvieron cortadas.

La protesta había sido convocada por el Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST) bajo la consigna «Fora Temer», luego de que el gobierno suspendiera los convenios con cooperativas para la construcción de viviendas populares del plan Mi Casa Mi Vida, una de las marcas sociales de la gestión de la suspendida presidenta Dilma Rousseff.

«Nos quieren expulsar en forma ilegal y nos atacaron, atacaron a familias acampadas usando su derecho de protesta pacífica. Nunca la policía sacó a los que acampan a favor del juicio político de Dilma en la Avenida Paulista», se quejó Guilherme Boulos, el titular del MTST.

El gobernador del estado de San Pablo, Geraldo Alckmin, es del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), socio en el gobierno interino de Temer, con el control de los ministerios de Comunicaciones, Justicia y Relaciones Exteriores.

Temer, según la prensa local, pensaba pasar el domingo con su familia en la residencia de San Pablo, pero anticipó su viaje a Brasilia cerca del mediodía de ayer para evitar la manifestación en su contra.

La consigna «Fora Temer» copó todas las actividades culturales en el gran festival al aire libre «Virada Cultural» que organiza anualmente la municipalidad de San Pablo, en la cual participan por 48 horas seguidas millones de personas en las calles.

Los artistas Criolo y Mano Brown exhibieron en pantallas gigantes en los escenarios al aire libre la frase «Temer Jamás».

Temer, vicepresidente, y su partido más la oposición al Partido de los Trabajadores llegaron al poder tras haber impulsado y aprobado el juicio político contra la mandataria.