Advierten por posibles protestas de gendarmes para reclamar aumento salarial
No está del todo claro la fecha en la que se producirían dichas manifestaciones, ya que algunas convocatorias apuntan al próximo lunes a las 9 de la mañana y otras, en cambio, habrían fijado al 25 de febrero como jornada de reclamos.
Diferentes publicaciones en redes sociales encendieron las alarmas por posibles protestas de gendarmes y sus familias en distintos puntos del país para reclamar una recomposición salarial que les permita hacer frente al incremento del costo de vida.
No está del todo claro la fecha en la que se producirían dichas manifestaciones, ya que algunas convocatorias apuntan al próximo lunes a las 9 de la mañana y otras, en cambio, habrían fijado al 25 de febrero como jornada de reclamos.
«Sin seguridad no hay país. Los gendarmes que arriesgan su vida a diario no pueden seguir cobrando sueldos de miseria. Mientras los aumentos los devoran, el Estado los ignora. Salarios dignos ya, defender a quienes nos protegen es una causa de todos», escribió Claudio Venchiarutti, abogado y presidente de la Fundación en Cumplimiento del Deber, a través de su cuenta de X, junto con una imagen en la que se convoca a manifestarse el 25 de febrero.
No obstante, otras publicaciones que circularon por redes sociales llaman a concentrar pacíficamente el próximo lunes, a partir de las 9, en distintos lugares del país. Dichos puntos de encuentro irían desde el Edificio Centinela que Gendarmería tiene en Av. Antártida Argentina 1480 de la Ciudad de Buenos Aires, hasta el Monumento Nacional a la Bandera, pasando por otros sitios como Córdoba, Orán y Formosa.
Según publicó el periodista Raúl Kollmann en Página12, el reclamo tiene origen en el desfasaje que existe entre el costo de vida que deben afrontar los gendarmes y sus salarios. En detalle, -explicó Kollmann- tienen que pagar alquileres que van desde 250.000 a 500.000 pesos con sueldos que rondan los 800.000.
Parece una obviedad decirlo, pero los integrantes de Gendarmería no están abstraídos de padecer los estragos que genera en el bolsillo la escalada de precios que se mantiene constante, más allá de lo que indique el número de inflación que arroja el Indec -un indicador que muestra un promedio y no representa la afectación directa sobre el poder de compra del sueldo de cada trabajador-.