Crisis y caída de la actividad económica en Rosario: creció 40% la cantidad de cartoneros en los últimos tres años
La municipalidad de Rosario detectó un incremento de la cantidad de recuperadores urbanos desde la salida de la pandemia en 2021. El relevamiento sostiene que 6 de cada 10 cartoneros está en situación de calle desde hace más de un año.
La situación de los trabajadores de la economía popular se ha visto fuertemente afectada por el recrudecimiento de la crisis económica que azota a Argentina. En Rosario, la situación económica se explica por el comercio (41,2%) y la venta de servicios privados (35,7%), con lo que los golpes recibidos en el último tiempo por estos sectores tiene su reverberación en las bases más humildes y desprovistas de la sociedad.
Tanto es así que la municipalidad lanzó un informe de Recuperadores Urbanos donde detectó que la población de cartoneros y personas que trabajan de la recolección de materiales arrojados a la vía pública para su reutilización y venta creció 40% más desde 2021, pasando de 582 personas a 819 recuperadores censados en el microcentro y macrocentro de Rosario, en concordancia con la profundización de la crisis. Sin embargo desde la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (Faccyr), indican que -si se tiene en cuenta a los cartoneros que recorren día a día los barrios rosarinos- la cifra asciende a 3000 recuperadores.
La población relevada por la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat detectó que uno de cada dos de los recuperadores censados tiene entre 20 y 35 años, mientras que 30,8% tiene entre 35 y 50 años, con lo que se trata de un rubro de una edad muy corta y masculinizado, ya que el 91,9% de los cartoneros del micro y macrocentro de la ciudad son varones y sólo el restante 8,9% son mujeres. En otras palabras, podría decirse que menos de 2 de cada 10 censados tienen más de 50 años.
Según el informe, “la disminución drástica de los precios de venta del material ha hecho que muchas mujeres que realizaban esta actividad la dejen en favor de otras tareas de la economía popular como ferias populares, tareas de cuidado y del hogar, elaboración de viandas de comidas para vender en el vecindario” y agrega que “ya no es rentable mantener otra carreta recorriendo la ciudad”.
Por otro lado, ocurre que el 84,9% de los recuperadores urbanos tiene una casa a la cual volver, a la vez que 13, 5% de ellos está en situación de calle. Dentro de este universo, el informe analiza hace cuánto que estos trabajadores están sin un techo y resulta que la mayoría (63,4%) no tiene un hogar al cual ir a pasar la noche desde hace más de un año. El 22% de los encuestados están en la calle desde hace menos de 6 meses, mientras que hay un 14,6% que no tiene un techo desde hace al menos 12 meses. La proporción se estira a tres de cada diez (34,1%) entre los cartoneros que hace entre 12 meses y tres años que no encuentran un lugar donde vivir, a la vez que el restante 29,3% no tiene un hogar desde hace más de tres años.
Se busca más y se obtiene menos
Como indica el propio relevamiento municipal, la reducción del precio del cartón en Argentina debido a las políticas de importación de insumos hace que los recuperadores tengan que juntar más kilos de cartón para poder obtener la misma remuneración que años anteriores, mientras que gracias a la caída del consumo -sobre todo en el último año en los grandes supermercados y Pymes- deben pasar más horas en la calle para obtener la misma cantidad de cartón que hacían en una jornada más acotada.
“Bajó el consumo en las casas”, sostuvo Mónica Crespo, titular de Cartoneros Unidos, que integra la Unión de Trabajadores de la Economía Popular y explicó a Conclusión que meses atrás, “había casas que reciclábamos a partir de los gustitos que la clase media daba y ahora tenés que caminar más de 12 horas para llevar medio bolsón de materiales reciclables que en el día a día podes sacarle entre 2 mil y 3 mil pesos”.
Además, seis de cada diez (61,4%) de los cartoneros salen de manera independiente a buscar los materiales que los centros de acopio les compran por kilo, expresaron trabajar de manera individual, lo que quiere decir “no venden el material en un lugar determinado, sino que pueden ir cambiando en base al recorrido, precio, etc. entre chatarrerías, compra y ventas, cooperativas y acopios, incluídos aquellos que tienen vinculación con la Dirección de Economía Popular pero que lo comercian de manera irregular”), mientras que el restante 38,6% participa en un Grupo de Acopio, los cuales tienen relación con la dirección de Economía Popular, dependiente de la secretaría que lidera Nicolás Gianelloni. Por otro lado, el estudio sostiene que hubo un leve repunte de las formas colectivas de realizar la actividad del cartoneo y recuperación de materiales.
Situación social de los cartoneros
Si se observa el mundillo de los recuperadores urbanos, puede hacerse ciertas aseveraciones sobre la situación de salud y nivel educativo de los cartoneros.
El informe indica que prácticamente uno de cada tres (32,1%) de los encuestados no terminó la educación primaria, mientras que 27.5% no finalizó la educación secundaria y el 5% de los encuestados sufre analfabetismo.
“La falta de una obra social es un denominador común”, destaca el estudio y añade que la principal vía de atención sanitaria de los cartoneros, “sobre todo ante los recurrentes pequeños accidentes que pueden sufrir en la realización de la tarea de recuperación”, son los Centros de Salud tanto municipales como provinciales, ubicados en los barrios que éstos recorren día a día buscando cartón, vidrio, papel o plástico para vender.
Asimismo, el 77,7% de los recuperadores manifestó no tener “dolencias graves o crónicas”, mientras que 22.3% de los trabajadores que manifiestan tener alguna enfermedad o afección, entre los que se destacan las dolencias “de carácter motriz/articular, respiratorios, y de consumo problemático, y en menor medida el resto de las enfermedades, como por ejemplo diabetes, problemas cardíacos, oftalmológicos y neurológicos”.
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