MARTES, 26 DE NOV

Catalejo TV: Aire Libre celebra 36 años de comunicación popular y comunitaria

“La radio nació por la necesidad que tenían los vecinos de que se oiga su voz. El impulso de los primeros años del regreso de la democracia, colaboró para que distintos actores sociales se organicen y le den vida a un espacio comunicacional popular y comunitario. Desde Aire Libre entendemos la información como un derecho y no como un negocio”, indicó André Nunes.

 

Todas las semanas se emite por el canal de YouTube de Conclusión un ciclo que busca acercar la realidad, para poder interpelarla profundamente. Es por ello que Catalejo, a lo largo de treinta minutos, aborda diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.

En este capítulo, Gisela Gentile y Alejandro Maidana dialogaron con André Nunes, presidente de la Asociación Civil Aire Libre para conocer el recorrido de un espacio de comunicación popular y comunitaria que nació con el esfuerzo mancomunado de vecinos el 20 de agosto de 1988.

Por ello el Concejo Municipal de Rosario aprobó el pasado jueves por unanimidad el decreto que declara de interés municipal el festejo de la Comunicación Popular, Comunitaria e Intercultural, que se realizará el próximo domingo 25 de agosto.

En el marco de un nuevo aniversario de la Asociación Civil Aire Libre y de la Biblioteca Popular Cachilo, se realizará un festejo el domingo 25 de agosto en el parque Juan Domingo Perón (Córdoba y Vera Mújica). Así lo determinó el pasado jueves 22 de agosto el Concejo Municipal de Rosario, en la sesión que se realizó en el Palacio Vasallo.

El decreto presentado por los concejales Norma López, Leonardo Caruana, Mariano Romero y María Fernanda Gigliani fue votado por unanimidad. De esta manera, se destacó la importancia de la comunicación como un derecho y no un negocio, sumado a la oportunidad que significa para aquellas personas o comunidades que no están en la agenda diaria de los grandes medios de comunicación.

Nace una radio

Hace más de 36 años, en la ciudad de Rosario sólo se podían escuchar 4 emisoras de radio AM, y 2 de ellas con sus respectivos servicios complementarios en FM. Dos de estos medios pertenecían (y aún pertenecen) a importantes empresarios de la zona, y los otros al estado nacional (Radio Nacional Rosario todavía sigue siendo estatal).

Por esa época, en los primeros años de la restauración de la democracia, la mayoría del pueblo tenía un entusiasmo renovado y muchas ganas de volver a participar. Así fue como comenzaron a organizarse centros comunitarios, comunidades de base, juntas vecinales, agrupaciones en defensa de sectores minoritarios, gremios, y demás.

En el Distrito Oeste de nuestra ciudad, varias de estas organizaciones se convocaron para debatir la implicancia de la comunicación para el desarrollo del barrio y el papel que jugaban los medios tradicionales en este proceso. Entre otras cosas, se concluyó que estos medios no representaban los intereses de los sectores organizados, ni respondían a las necesidades de la gente ni eran fieles comunicadores de los acontecimientos, denuncias, reclamos y vivencias de nuestra comunidad.

Desde Aire Libre, acercan un ejemplo concreto: “Para difundir una gacetilla teníamos que hacer una especie de peregrinación por todas las radios, periódicos y canales de TV, y en cada estación rogarles a los directores que saquen una pequeña publicación. En la mayoría de los casos, la respuesta era que no tenían espacio para esto, que no les interesaba, o el tradicional vuelva mañana».

“Lo que dijeron en la radio no era lo que nosotros quisimos decir, vinieron cuando ya todo había pasado”, sostenían los vecinos de la zona cuando la noticia golpeaba sus puertas, pero el contenido de la misma poco tenía que ver con los sucesos acaecidos. Ante esta situación, avanzaron con la posibilidad de crear un medio de comunicación propio, una radio comunitaria donde hubiera participación de las organizaciones del barrio, con responsabilidad en la gestión y en la programación.

Así fue nada más ni nada menos el origen. Aire libre nació de la necesidad de distintas organizaciones comunitarias y vecinos de querer comunicarse. Después de varios meses de reuniones para organizarse y poner objetivos en común, se comenzó con el armado de fiestas y actividades para conseguir recursos económicos, y poder comprar el equipamiento técnico. Cuando los fondos necesarios se hicieron presente, se adquirieron los primeros equipos de radio que cabían en una mesita de 1 metro cuadrado.

El parto

La programación inaugural estaba armada en segmentos institucionales. El domingo 20 de agosto de 1988 se instaló el transmisor en el patio de la Escuela N º 773 “Pablo Pizzurno” y, en el mástil de la bandera, la antena. Se puso la cuña de apertura de transmisión, las identificaciones, y el editorial de: “Por qué queremos una radio comunitaria”. A continuación, la vicedirectora de la Escuela hizo lo suyo, y así fueron pasando los distintos micros de cada una de las organizaciones que participaban en la creación de la radio.

Domingo tras domingo, la antena de la radio comunitaria volvía a izarse. Por primera vez en la ciudad de Rosario se escuchaban otras voces. ¡Raro, sonaba raro! “Éramos nosotros, no estábamos acostumbrados a hablar ni a escucharnos por la radio, lo cual nos puso muy contentos, queríamos hacer más y aprender más”, indicaron.

Y así fue. Hicimos más y aprendimos mucho más, con ganas, con alegría, con mucho trabajo, con talleres, con ladrillos, cal y arena, con participación, con democracia, con martillo y cortafierros, con los cuadernillos de ALER, con los talleres de InCuPo, con asambleas, con más organización, con un presidente que se iba dejando todo (Alfonsín), y con otro que llegaba a entregar todo (Menem), con más ganas, con pocas ganas, con solidaridad, con compañeros y compañeras, en redes, con otros”.

Entonces podríamos decir que el estilo de conducción de la radio con respecto a la programación, siempre estuvo relacionado en gran parte con su historia. Un sendero tan espinoso como digno, un horizonte de comunicación popular y comunitaria que busca de manera incesante romper el cerco de la desinformación. Desde abajo y sustentado en el apoyo mutuo, de esta manera se construyó este faro comunicacional que sigue alumbrando esas verdades que intentan no encallar sobre las costas de la mentira y el reduccionismo.

 

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